El pasado mes de septiembre de 2018 se conmemoró en la capital aragonesa el XCVIII Aniversario Fundacional de la Legión Española, con varias actividades organizadas por la Hermandad Provincial de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza.
El acto central tuvo lugar el día 23, domingo, a partir de las 11.30 horas, en el monumento a los muertos de la Legión, presidido por el jefe de la Brigada Logística, general de brigada, Oscar Lamsfus Galguera.
Asistieron, entre otras, las siguientes autoridades y personalidades: Subdelegado del Gobierno en Zaragoza, José Abadía Tirado; Subdelegado de Defensa en Soria, Mauro Velasco Lucas (coronel de Ingenieros); jefe de Seguridad Ciudadana del CNP Aragón, inspector jefe Enrique Gascón Becerril, jefe de la Plana Mayor de la AGM, teniente coronel Juan Manuel Salóm Herrera; comandante Luis Javier Martínez Jiménez, del IV Batallón de Intervención en Emergencias UME, e igualmente Patricia Cavero Moreno y Enrique Collados Mateo, concejales ambos del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zaragoza.
Entre los numeroso invitados al acto pudimos ver también a destacadas personalidades de la política, como Ángel Val Pradilla, anterior Subdelegado del Gobierno en Zaragoza, y representantes de varias asociaciones y hermandades vinculadas a las Fuerzas Armadas.
A su llegada a la Glorieta de la Legión, el general Lamsfus Galguera fue recibido por el presidente de la Hermandad Provincial de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza, coronel (R) Luis Carlos Asarta Cuevas, saludó luego a todos los presentes y pasó a ocupar la presidencia del acto. Se hallaban formados: Piquete de Honores de la Hermandad legionaria; grupo de uniformados de la hermandad y representantes de la Asociación de Veteranos Paracaidistas ASVEPA Aragón; Grupo de Caballeros y Damas Cadetes de la Academia General Militar.
A los acordes del Himno nacional se procedió al izado de la Bandera de España en lo alto de este bello monumento legionario que tiene la hermandad zaragozana en los pinares de Venecia.
Seguidamente, en la capilla que alberga en su interior, se celebró la Santa Misa oficiada por el R.V. Rodrigo Nieto Díaz, capellán castrense con consideración de capitán, del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros 12, y del Hospital General de la Defensa en Zaragoza.
Fue una misa preciosa de la que ofrecemos a ustedes, queridos lectores que nos siguen, algunos bellos pasajes, como estos: lectura del libro de la sabiduría: Se dijeron los impíos: acechemos al justo que nos resulta incómodo; se opone a nuestras acciones; nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; declara que conoce a Dios y se da el nombre de hijo del Señor; es un reproche para nuestras ideas y solo verlo da grima; lleva una vida distinta a los demás, y su conducta es diferente; nos considera de mala ley y se aparta de nuestras sendas como si fueran impuras; declara dichoso el fin de los justos y se gloria de tener por padre a Dios. Veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliarán y lo librarán del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él. «Así discurren y se engañan, porque los ciega su maldad; no conocen los secretos de Dios, no esperan el premio de la virtud ni valoran el galardón de una vida intachable».
Lectura de la carta del apóstol Santiago: Donde hay envidias y peleas hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y además amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz y su fruto es la justicia. ¿De dónde proceden las guerras y los conflictos entre vosotros?.¿No es acaso de los deseos de placer que combaten en vuestro cuerpo?.
Codiciáis lo que no podéis tener y acabaís asesinando, ambicionáis algo y no podéis alcanzarlo, así que lucháis y peleáis, no tenéis porque no lo pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para derrocharlo en placeres.
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos: En aquel tiempo Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía «El hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán ; y, despues de muerto, a los tres días resucitará». Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa les preguntó: ¿De qué discutíais por el camino?. Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».
En la homilía, el R.V. Rodrigo Nieto quiso hacer una reflexión sobre las enseñanzas de las lecturas del día, señalando la inutilidad de algunos pecados como la envidia, que no proporciona beneficio alguno como puedan hacerlo la gula, que nos llena el estómago o la soberbia que da poder.
Del evangelio resaltó la máxima de Jesús, «El que quiera ser el más importante, que sea el último», el servidor, el esclavo, el que sirve. Y de eso se trata nuestra vida en la Legión, de ser un servidor, el último, allí perdidos en Melilla, en Almería, cuando vamos a abrir misiones y lo que no quiere hacer ninguno nos toca a nosotros, los últimos. Ser cristiano es ser servicial y eso es lo más importante, eso nos hace importantes. Ese es el ejemplo que Dios quiere de nosotros que seamos y es el ejemplo que ha cundido en la Legión, una unidad de servicio, las 24 horas del día, 365 días al año porque no hay más.
Finalizó Rodrigo Nieto la homilía con estas palabras: «Vamos a pedir en esta eucaristía y vamos a dar gracias en esta misa por tantos compañeros legionarios que han dado incluso sus vidas por cumplir ese servicio a los demás. Vamos a dar también las gracias a esas familias, a esas madres, que han entregado a sus hijos e hijas a la Legión, en época de guerra, para defender a España, para defender esos valores importantes y para combatir ese individualismo social que todavía persiste, a esos individualista que no quieren saber del pueblo, no quieren saber de la comunidad, no quieren saber de nuestro país. Con nuestra vida, con nuestra institución que es la Legión, vamos a seguir dando testimonio en esta vida de esos valores importantes, que son valores humanos y valores cristianos«.
Nosotros, reclamados por deberes familiares, tuvimos que abandonar los actos que continuaron después de la Santa Misa en el exterior, pero no queremos finalizar esta crónica sobre la fundación de la Legión sin recordar algunos datos breves y básicos de la misma.
La Legión fue creada mediante Real Decreto de 28 de enero de 1920 por el ministro de la Guerra José Villalba Riquelme, para frenar la sangría de jóvenes soldados que venía produciéndose en las tropas de reemplazo en la Guerra del Rif. Sin embargo el mando consideró fijar la fecha fundacional el 20 de septiembre de ese mismo año, cuando se alistó el primer legionario, un ceutí de 30 años, de nombre Marcelo Villeval Gaitán, que ascendió a brigada por méritos de guerra y murió el 23 de septiembre de 1925 en el heroico combate librado para la ocupación del Monte Malmusi, después del desembarco de Alhucemas. Esta Unidad de choque se creó inicialmente con el nombre de Tercio de Extranjeros, posteriormente pasó a llamarse, Tercio de Marruecos, El Tercio, y finalmente, desde 1937, La Legión.