El pasado mes de septiembre de 2024, la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza inició el desarrollo de diversas actividades dentro del Ciclo Cultural de Otoño que cada año presenta la institución en la capital aragonesa.
Los actos se celebraron los días 30 de septiembre, y 1 y 2 de octubre, a partir de las 19.00 horas, en el regio Salón de Tenientes de la CasaPalacio de esta prestigiosa, querida y respetada Corporación Nobiliaria que agrupa a la Nobleza de Aragón.

En acto presidido por el Teniente de Hermano Mayor de la RMCZ, Excmo. Sr. D. Luis Navarro y Elola, el ciclo comenzó su andadura el lunes 30 de septiembre, con la conferencia titulada “La Marina de Aragón”, impartida por la Excma. Sra. Dª Almudena de Arteaga y del Alcázar, Duquesa del Infantado; Señora de la Casa de Lazcano; Condesa de Manzanares el Real, de la Monclova y Corres; Almirante de Aragón; Tres veces Grande de España; Dama de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza y Dama del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid.
Asistieron numerosos Dignatarios y Maestrantes de la RMCZ, entre los que podemos citar: Ilmo. Sr. D. Joaquín Cavero y García Rivero, Conde de Gabarda, Fiscal; Ilmo. Sr. D. Enrique Caro y Valenzuela, Secretario; M.I. Señora Dª Mª Pilar Ximénez de Embúm y San Cristóbal, Diputada Primera; Excma. Sra. Dª Concepción Valenzuela y Elorz, Marquesa Viuda de Huarte; Excma. Sra. Condesa Viuda de Isla.
Al Ciclo Cultural asistieron el Ilmo. Coronel Jefe del Regimiento de Caballería “España” Nº 11, D. Javier Fernández Guillén; Ilmo. Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza, D. Luis Germán Avilés Cabrera.
Igualmente, asistieron diversas personalidades, tales como: Ilmo. Sr. Presidente de la Sección de Aragón de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, D. Carlos de Corbera y Tobeña; Ilmo. Sr. D. Armando Serrano Martínez, Asesor Histórico de la RMCZ.

Los Reales Tercios de España, fundados en 1942 por S.A.R. Don Juan de Borbón y Battenberg, estuvieron representados por el Segundo Jefe de la Delegación de Aragón, Ilmo. Sr. D. Jesús Navarro Ros, y por el Jefe de Relaciones Institucionales del Tercio Norte-Aragón, Ilmo. Sr. D. Manuel Grao Rivas.
El acto comenzó con las siguientes palabras del Teniente de Hermano Mayor de la RMCZ, Excmo. Sr. D. Luis Navarro y Elola: Buenas tardes a todos. Antes de comenzar les pido que se pongan en pie como señal de respeto a nuestro Augusto Hermano Mayor, S.M. el Rey Don Felipe VI.
Excelentísimos e Ilustrísimos Sres. Señoras y Señores, es para mi un honor como Teniente de Hermano Mayor de la RMCZ, darles la bienvenida a nuestra CasaPalacio en la tarde de hoy para asistir a este Ciclo Cultural de Otoña de 2024. Este año está centrado en el X aniversario de la proclamación como Rey de España de S.M. Don Felipe VI.

Este ciclo cultural consta de dos conferencias y de una parte musical. Las dos conferencias son, en el día de hoy la titulada “La Marina de Aragón”, y mañana, en el mismo salón y a la misma hora, la titulada “Para que España viva…el Rey como símbolo de unidad y continuidad”. La parte musical consiste en danza y piezas musicales ambientadas en la época barroca de finales del siglo XVII (Austrias Menores) y principios del XVIII (Primeros Borbones). Y centrándonos en la Conferencia de hoy sobre La Marina de Aragón, contamos con una ponente excepcional, la Excma. Sra. Doña Almudena de Arteaga y del Alcázar, que aunque no necesita presentación por ser muy conocida en muchos ámbitos, voy a hacer un breve resumen de su brillante currículum:

Almudena de Arteaga y del Alcázar, pertenece a una de las Casas Nobiliarias más antiguas e importante de España: es Duquesa del Infantado; Señora de la Casa de Lazcano, Condesa de Manzanares el Real, de Monclova y de Corres, Almirante de Aragón; Tres veces Grande de España; Dama de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza y Dama del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid; tiene la Gran Cruz al Mérito Naval.
Es Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, Diplomada en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria por el Instituto Salazar y Castro; Académica de la Real Academia Hispano Americana de las Ciencias, las Artes y las Letras; Patrona de Sangre del Colegio Español en Bolonia; Miembro del Real Patronato del Museo Naval; Diputada Consejera de la Diputación de la Grandeza de España. Es Vocal del Consejo de Escritores por la Historia, y Presidenta de la Fundación benéfica San Salvador en Buitrago. Ejerció durante 6 años la abogacía especializándose en Derecho civil y laboral en dos despachos de Madrid.
En 1997 y dado el éxito editorial que supuso la publicación de su primera novela, La Princesa de Eboli, (Planeta 1997), después de reeditarse más de 30 veces y traducirse a varios idiomas y mantenerse varios meses entre los libros más vendidos de las listas de España; colgó la toga para dedicarse en exclusiva a la investigación histórica, a la difusión de sus descubrimientos en archivos y bibliotecas mediante la elaboración de otras biografías, novelas y artículos publicados por editoriales, periódicos y revistas de España, Hispanoamérica y otras naciones europeas. Desde entonces ha publicado 23 obras entre novelas y ensayos y más de un centenar de artículos en revistas de ámbito nacional e internacional.
Ponente y conferenciante de ciclos y cursos Académicos, Universitarios, Ateneos, Fundaciones Culturales, Ayuntamientos y Bibliotecas municipales de toda España, siempre procurando dar a conocer de una manera divulgativa diversos aspectos y épocas de la Historia de España a través de la publicación de biografías, en su mayoría femeninas.
Seguidamente, Don Luis Navarro y Elola cedió la palabra a la ponente, Dña. Almudena Arteaga y del Alcázar.
La Duquesa del Infantado presentó su conferencia con admirable sentido didáctico, atrayendo desde un principio la atención del numeroso público que llenaba la sala.

Con el apoyo de una excelente presentación de diapositivas, habló de importantes acontecimientos de nuestra historia, deteniéndose en algunos episodios relacionados con la Marina, entre ellos los siguientes: Marina en el Mediterráneo contra el corso; desembarco del Rey Pedro III en Trapani; el Rey Don Pedro en una batalla naval en el Mediterráneo; de cuando el Almirante Roger de Flor, después de una victoria, sentenció “ ningún pescado osará levantarse sobre el mar si no trae un escudo o una señal del Rey de Aragón en la cola”; toma de una ciudad costera por la Marina en 1445; el puerto y la ciudad de Nápoles hacia el año 1496, con la llegada a puerto de la flota aragonesa formada por galeras tras su victoria en la Batalla de Ischia; Diego de Hurtado de Mendoza, padre del I Marqués de Santillana, Almirante de Castilla en la Batalla de Aljubarrota; Pinturas murales de la conquista de Mallorca 12851290 con el Rey Jaime I el Conquistador; con los Reyes Católicos, las Marinas de Aragón y Castilla se unieron.

Al siguiente día, martes 1 de octubre, acudimos de nuevo, justo 24 horas después, al bello Palacio de la RMCZ para asistir a la segunda conferencia del Ciclo Cultural de Otoño 2024 titulada “Para que España viva…el Rey como símbolo de unidad y continuidad”, impartida por el Excmo. Sr. D. Fernando de Gortázar y Rotaeche.
Al inicio del acto, el Teniente de Hermano Mayor pidió a los presentes que se pusieran en pie como señal de respeto al Augusto Hermano Mayor de la RMCZ, Don Felipe VI, y a continuación procedió a descubrir el retrato de Su Majestad el Rey, que preside todos los actos de la Institución.

A continuación, Don Luis Navarro y Elola pronunció el siguiente discurso: Excelentísimos Señores, Señoras y Señores, es para mi un honor como Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza darles la bienvenida a nuestra Casa Palacio en la tarde de hoy para asistir a la segunda conferencia de nuestro Ciclo Cultural de Otoño de 2024. Este año está centrado en el décimo aniversario de la proclamación como Rey de España de S.M. Don Felipe VI, que Dios Guarde.
Les recuerdo que mañana, D.m. tendrá lugar la parte musical que consiste en danza y piezas musicales ambientadas en la época barroca de finales del siglo XVII (Austrias Menores) y de principios del siglo XVIII (los primeros Borbones).

Centrándonos en la conferencia de esta tarde, como saben, lleva el título “Para que España viva…el Rey como símbolo de unidad y continuidad”. Para impartirla contamos con un ponente excepcional, el Excmo. Sr. D. Fernando de Gortázar y Rotaeche, de cuyo brillante currículum vite voy a hacer un breve resumen.
Fernando María de Gortázar y Rotaeche, natural de Bilbao, pasó sus primeros años en la casa familiar de los Gortázar, construida por un antepasado Calatravo a principios del siglo XVIII en el casco viejo de esa ciudad. Su abuelo, Ignacio de Gortázar y Manso de Velasco, Conde de Superunda y Grande de España, fue Presidente en España del Partido Monárquico Renovación Española durante la Segunda República, después de haber sido Gentilhombre de S.M. el Rey Don Alfonso XIII, y más tarde Representante del Conde de Barcelona en Vizcaya.
En los años 70, su familia se traslada a Madrid, donde Fernando estudia en el colegio de Nuestra Señora del Recuerdo, de los Padres Jesuitas.

Posteriormente cursa estudios de Derecho en el Centro de Estudios Universitarios CEU San Pablo y obtiene su Licenciatura por la Universidad Complutense de Madrid, y completa su formación en el Centro de Estudios Constitucionales, especializándose en Derecho Constitucional y Ciencias Políticas. Por espacio de más de 30 años realiza su carrera profesional en el mundo del seguro, gestionando riesgos y asegurando inversiones extranjeras en España e inversiones españolas en el exterior.

Ha sido Director Gerente de la Fundación Institucional Española y Consejero del Instituto Técnico de Materiales de Construcción, y a día de hoy es Patrono Secretario de la Fundación Hospital de Santiago de Cuenca, perteneciente a las Ordenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, y Alcalde de Domingo García (Segovia), donde tiene su residencia, compartida con Madrid.
En 1997 se cruza como Caballero en la Orden Militar de Calatrava, en la que andando el tiempo alcanza la dignidad de Clavero y, posteriormente, la de Comendador Mayor de Aragón. A partir de 2023 se le encomienda la responsabilidad de Secretario del Real Consejo de las Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, en la que hasta el día de hoy trabaja buscando cómo defender la fe y defender a España y a la Corona.
Casado con Carla Díez de Rivera y Pérez de Herrasti, Dama de la Real Maestranza de Caballería de Granada y Comendadora con Placa de la Orden de San Silvestre Papa, es padre de un hijo, Fernando de Gortázar y Díez de Rivera, Caballero de la Orden de Calatrava.
A continuación, Don Luis Navarro, cedió la palabra al ponente, Fernando de Gortázar, quien después de un capítulo inicial de bienvenidas y salutaciones , comenzó su conferencia, de la que ofrecemos a ustedes, queridos lectores que nos siguen, algunos de sus muchos párrafos de interés.

Aragón, y esto no supone ciertamente salirnos del tema que hoy nos ocupa, es una clave maestra sin la cual no seríamos capaces de articular España como concepto histórico y cultural, a la vez único y plural.
Aragón tiene el privilegio de actuar como bisagra o mejor aún como clave de bóveda que engarza de modo natural con el resto de reinos y ciudades que forman la histórica Corona de Aragón, a la vez que se asocia fácilmente en lo histórico, geográfico y humano, con el Reino de Navarra y a través de él con la España del norte, y enlaza felizmente con Castilla en esa larga frontera histórica que recorre España de norte a sur, y del recuerdo imperecedero de aquella Isabel, nacida en Madrigal de las Altas Torres, y aquel Fernando, nacido en Sos del Rey Católico.
Me permito subrayar la importantísima trascendencia del tema que hoy nos ocupa, que va mucho más allá de una discusión técnica, académica, sobre las bondades e imperfecciones de un determinado sistema político y, por supuesto, de cualquier sentimiento personal al respecto, por respetable que sea en todo caso.
La opinión pública ha discutido en los últimos tiempos con apasionamiento un asunto sobre el que reina una considerable oscuridad con respecto a su verdadera naturaleza y fundamentos últimos. Se ataca y se defiende a la Monarquía y a su papel en el contexto político actual, se formulan juicios de valor, a veces muy drásticos, sobre las personas que la encarnan, se apela a sentimientos de adhesión o rechazo con una gran carga emocional pero falta detenerse a analizar el concepto con serenidad, tomar altura, mirar hacia delante, hacia atrás y en deredor, para buscar referencias que nos permitan fundamentar nuestro criterio en bases sólidas y firmes.
Se ha dicho que un hombre puede morir por su rey, pero que morir por el Presidente de la República sería algo así como morir por el sistema métrico decimal.

Si echamos el reloj atrás, ciertamente muy atrás, recordaremos que para Aristóteles la Polis, la comunidad política, tenía, tiene, tres formas virtuosas de gobernar: la Monarquía o poder de uno, la Aristocracia o poder de los mejores, y la Democracia o gobierno del pueblo, y (fascinante la actualidad del análisis 24 siglos después), tres formas de corrupción o degeneración: la tiranía como degeneración de la Monarquía, la oligarquía como degeración de la Aristocracia, y la plutocracia o poder de las multitudes, o de modo más entendible demagogia, en la que a menudo, más de lo que nos gustaría, puede degenerar la Democracia.
En la actualidad sin embargo lo que se asocia de modo inmediato a la palabra Monarquía es la vinculación de la Jefatura del Estado a una familia o dinastía en la cual la Corona se transmite de modo hereditario. Y eso que siguen existiendo, aunque marginalmente, Monarquías Electivas y también, paradójicamente, verdaderas dinastías repúblicas, por cierto algunas de ellas nada ejemplares.

El principio hereditario, visto a veces como el talón de Aquiles de la Institución Monárquica es por el contrario su columna vertebral, el eje en torno al cual se configura. Sin remontarnos tanto atrás como supondría llegar a Grecia o Roma, interesantísimo por cierto es el ciclo Monarquía-República-Imperio que viven los romanos, se repite en la Revolución Francesa con Napoleón, y en otras situaciones históricas.
Incluso en la Institución Monárquica en el pueblo judío, nos fijamos en la configuración de los reinos cristianos medievales, antecedentes directos de las actuales naciones europeas, y en particular en España en la Monarquía Visigoda. Por influencia del Derecho Germánico, la Monarquía se configura como Electiva, en la que existe por tanto la elección de un rey, eso sí, adscrito a una determinada estirpe regia.
Impresiona recordar las tremendas vicisitudes históricas asociadas a este sistema, incluyendo guerras, banderías, asesinatos de reyes y conflictos entre eventuales sucesores. Pensemos por ejemplo en Leovigildo, ordenando la muerte de su hijo San Hermenegildo. Este proceso se adentra en la Alta Edad Media, incluye la fórmula desafortunada de la división del reino entre los distintos hijos del rey y vuelve a generar nuevas guerras y divisiones, de las que se hace eco el romancero.
Todas estas razones hacen que el sistema vaya, con el apoyo explícito de la iglesia en su función pacificadora, evolucionando hacia la designación automática de un candidato a la sucesión de un modo indiscutible. En las Partidas de Alfonso X el Sabio se reconoce ya un modo específico de sucesión a la Corona.

Mucho más profundizó Fernando Gortázar en el desarrollo de su magnífica conferencia, pero necesariamente hemos de hacer un ejercicio de síntesis para dar cabida en estas páginas al tercer acto del ambicioso Ciclo Cultural de Otoño 2024 de la RMCZ.
El miércoles 2 de octubre de 2024, por tercer día consecutivo, acudimos de nuevo a la Casa Palacio de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza para asistir, en esta ocasión a una jornada de música y danza barroca, de finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII.

En el Salón de Tenientes de la RMCZ se habían efectuado algunas modificaciones en la distribución de su mobiliario, para adaptarlo como sala de conciertos. Reproducimos algunas palabras del Teniente de Hermano Mayor, Excmo. Sr. D. Luis Navarro y Elola, durante la presentación del acto: ...corresponde a hoy la parte musical, que consiste en danza y piezas musicales ambientadas en la época barroca de finales del siglo XVII, la de los Austrias Menores, y principios del siglo XVIII, la de los Primeros Borbones. Para interpretarlas contamos con el Grupo Modern Barroque, especializados en proporcionar espectáculos de danza y música histórica. A continuación les dejo con Dª Inés Turmo, especializada en danza histórica y D. Carlos González, en Clave.
Presenciamos una primera y estupenda actuación de Modern Barroque y seguidamente Carlos González tomó la palabra para decir lo siguiente: Considerado como el Padre fundador de la Escuela Organística de la Seo de Zaragoza, este músico, Jusepe Ximénez, no tuvo contacto directo, nunca trabajó al servicio de reyes como tal. Pero sí que un día, sabemos por documentación de la época, recibió la oferta para trabajar en Madrid ante la Corte, al servicio de los reyes.
Lo que van a ver y a escuchar a continuación son piezas de compositores en su mayoría españoles, tanto aragoneses como del resto de la Península Ibérica aderezadas con algunas piezas procedentes de otros lugares de Europa. Todo ello, por supuesto, acompañado de las danzas más importantes, características de cada periodo. Las del siglo XVII, mucho más estáticas, dependientes todavía de la danza renacentista y contrastará con las que vienen más tarde, de lo que ya hablaremos.

La primera, es una obra anónima recogida por San Antonio Martín y Coll, monje franciscano de comienzos del siglo XVII, que recogió en varios manuscritos distintas músicas de la vida anterior, y otras piezas en este caso de un compositor extranjero, de Praetorius.

A continuación nos trasladamos entre la Península Ibérica, hasta Sevilla o hasta Segovia, de la mano de uno de los más importantes músicos de finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII, Francisco Correa de Arauxo, nacido en 1854 en Sevilla. Trabajó en el San Salvador, de allí, y más tarde fue organista en la Catedral de Segovia.
Allí escribió su obra Libro de los Tientos o Facultad Orgánica, publicado en 1626, donde recogió una parte de sus obras, expuestas hoy mismo, y donde añadía también mucha información, una muy valiosa información sobre la manera y el correcto modo de interpretarla.
Aunque él fue organista en la Catedral de Segovia, sabemos que dispuso de un instrumento como este. Este es una copia del instrumento flamenco como el que tuvo Francisco Correa de Arauxo, a comienzos del siglo XVII en la Catedral de Segovia. Y lo que van a escuchar es un viento de cuarto tono, de su obra La Facultad de Orgánica, y a continuación verán bailar otra de estas danzas españolas bien conocidas, una Zarabanda, también recogida por San Antonio Martín Coll, con este instrumento.

Las excelentes actuaciones de Inés Turmo y Carlos González cautivaron desde un principio la atención del auditorio que, al final de cada una de ellas, respondía con espontáneos, calurosos y prolongados aplausos.
La introducción sobre las siguientes piezas del programa nos llegaba nuevamente de la mano de Carlos González. Vean.
Lo que vamos a escuchar después de la Zarabanda es otra danza, también característica, de la España del siglo XVII, aunque más alejada de lo que podía ser el ambiente cortesano, una pieza, danza popular, de las más importantes, de las que más se practicaron y de las que más versiones conocemos de música del XVII. A continuación van a ver bailar otra de estas danzas, verdaderamente populares, que son las Folies.
De nuevo las actuaciones de Modern Barroque deleitaron al público asistente y, también nuevamente, Carlos González documentó e informó al auditorio sobre las próximas piezas que íbamos a disfrutar. Vean.

Como han podido observar, desde el comienzo del concierto hasta ahora, la danza tradicional va adquiriendo mayor dificultad. La danza en el siglo XVI y XVII, es conveniente decir, no es algo que creemos ahora en la actualidad sino que existen multitud de tratados, multitud de obras dedicadas al arte de la danza, tanto del Renacimiento como del primer Barroco hasta principios del siglo XVIII, de lo que les hablaré a continuación.

En estas primeras obras sobre la danza se describen los pasos en un texto, queda descrito como ha de ponerse el pie, cómo ha de ponerse la mano, hacia donde debe ir la figura.
Antes, en el reinado de Luis XIV en Francia, cuando se funda la Real Academia de la Música y cuando se empieza a codificar la danza, se empieza a escribir los primeros Tratados Rea les de Danza, no solo se describen los pasos sino que se empieza a plasmar en imagen la coreografía, el dibujo de la coreografía, quedando estrictamente claro donde debe ir una mano, hacia donde debe ir un pie, hacia donde se debe girar la cabeza. Por lo tanto no es algo que sea de nueva creación, sino que se basa en estudios rigurosos de fuentes históricas existentes.

A continuación, voy a tocar una de esas piezas extranjeras de las que les hablaba al comienzo. En este caso seguimos bajo el poder de los Austrias, al final del siglo XVII, y nos trasladamos a los Países Bajos.
Más concretamente en el periodo en el que Don Juan José de Austria, hijo bastardo de Felipe IV y de la actriz y cantante María Calderón, es Gobernador de los Países Bajos. Durante esos años tiene a su servicio a un organista de allí, Abraham van der Kerckhoven. Voy a interpretar una de sus fantasías.

Cabe destacar que Don Juan José Austria, más tarde fue Virrey de Aragón y vivió aquí en Zaragoza, en el antiguo edificio del Palacio Arzobispal. Fue un hombre cultivado, un gran erudito, político. También se dedicó a la guerra, pero era un amante y defensor de las artes. Aquí en Zaragoza se rodeó de los mejores músicos de la ciudad que había en aquel momento, como podía ser José Rivas Amador, que era Maestro de Capilla en el Pilar, y otros muchos músicos que más tarde o en el mismo tiempo, acabarán trabajando en Madrid, en la Corte, al servicio del Rey.

Ponemos aquí término a nuestra crónica sobre el Ciclo Cultural de Otoño 2024, con el feliz recuerdo de dos espléndidas conferencias y de un concierto en el que disfrutamos de la magistral interpretación de piezas en Clave, de Carlos González y las exquisitas danzas de Inés Turmo, delicadas, de movimientos delicados, casi ingrávidos. Podemos decir que la danza dibujó la música.