La Fundación Seminario de Investigación para la Paz organizó, el pasado 9 de noviembre de 2016, en la capital aragonesa, la Jornada «LAS FUERZAS ARMADAS EN UNA DEMOCRACIA: ¿CONTRIBUYEN A LA CULTURA DE PAZ?.
Tuvo lugar a partir de las 18.30 horas en el Centro Pignatelli de Zaragoza y en ella intervinieron, Javier Fernández López, militar y profesor universitario, Pedro Baños Bajo, coronel del E.T. y analista geopolítico, y Luis Lanchares Dávila, general director de la Academia General Militar de Zaragoza.
Entre el numeroso público asistente pudimos ver a los siguientes mandos militares: jefe de Movilidad Aérea del Mando Aéreo de Combate, GD. José Alfonso Otero Goyanes, Delegado de Defensa en Aragón, coronel Félix Allo Flores, jefe de estudios de la AGM, coronel Enrique Gaytán Monje, y el director de la Cátedra Miguel de Cervantes, de la Academia General Militar, coronel Miguel Ángel Santamaría Villascuerna.
Asistieron igualmente varios generales (R) como el GD. Blas Oliver Iguacel, GB. Ángel Gil Barberá, y el GB. Jesús Joaquin Val Catalán, así como varios profesores del Centro Universitario de la Defensa.
La Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil estuvo representada por Manuel Grao Rivas, vocal de Comunicación.
Esta mesa redonda para la paz nos fue presentada por Carmen Magallón Portolés, directora de la Fundación SIP y en ella actuó como moderador el coronel Javier Jiménez Olmos, miembro del Consejo de la Fundación.
Nos dio la bienvenida Carmen Magallón en nombre de la Fundación y del Centro Pignatelli, y nos dijo lo siguiente:»No es una novedad que en este lugar, en esta Fundación, organicemos un acto de este tipo en el que colaboran las Fuerzas Armadas ya que desde su fundación en 1984 está establecida esa colaboración y existe además desde 1993 un convenio de cooperación entre el Centro Pignatelli y el Ministerio de Defensa. Esa cooperación nos ha llevado a, tener ponentes siempre de las Fuerzas Armadas, intercambiar publicaciones y abrir nuestras puertas mutuas«. «Tengo que dar las gracias por cómo nos reciben también en la Academia y finalmente decir que nosotros pensamos que la paz no nos pertenece a nadie, que todos estamos a favor de la paz, que la paz es un bien común que no queremos patrimonializar por el hecho de ser una fundación para la paz. No es un patrimonio nuestro. Lo que sí diferimos es en los medios para alcanzar la paz y por eso es importante debatir, y este debate se enmarca dentro de esa consideración que compete a la sociedad democrática«.
Nos dejó en manos del moderador, Javier Jiménez Olmos, verdadero impulsor y organizador de esta jornada , que a su vez dijo esto:
«Nosotros somos un seminario dedicado a la investigación, como nuestro nombre indica, y desde aquí, siempre, proponemos, cultivamos y difundimos la Cultura de Paz. Por eso hoy hemos propuesto esa jornada con este título, «LAS FUERZAS ARMADAS EN UNA DEMOCRACIA: ¿CONTRIBUYEN A LA CULTURA DE PAZ?«, y para desarrollarla contamos con tres ilustres militares que han sido, además en este caso, educados y formados en la Academia General Militar de Zaragoza«.
«Lo que se pretende es que estos militares nos expongan su visión profesional de ese papel de las Fuerzas Armadas en una democracia y si contribuyen, o no, a la cultura de la paz. Tenemos a Javier Fernández López, experto en derecho, Pedro Baños Bajo, especialista en misiones de paz, y al general Luis Lanchares Dávila, director de la Academia General Militar, que nos va a explicar cómo se forman y educan los militares en ese centro«.
Sin más dilación nos presentó al primero de los ponentes, Javier Fernández López, que nos iba a hablar de Cultura de Paz y Derecho.
De forma resumida, diremos que es zaragozano y Oficial de la Escala Superior del Ejército de Tierra, del Arma de Ingenieros. Educado en la Academia General Militar, ha tenido múltiples destinos entre los que destaca el Regimiento de la Guardia Real. Se doctoró en Derecho
Constitucional, en la Universidad de Zaragoza, con la Tesis «Los militares en el cambio de régimen político en España 1969-1982». Obtuvo la calificación de sobresaliente Cum Laude y un premio extraordinario en doctorado de la Cátedra Miguel de Cervantes, de la Academia General Militar.
Tiene amplia experiencia como docente, tanto en enseñanza militar como en enseñanza universitaria, pues ha sido profesor en la AGM y en la Facultad de Derecho. Abogado del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza, escritor de numerosos libros y artículos sobre Constitución y militares, tiene igualmente gran experiencia política ya que fue durante ocho años, (2004-2012), Delegado del Gobierno de España en Aragón.
Al estar en un foro para hablar sobre la paz, puso Javier Fernández preámbulo a su intervención haciendo una referencia a lo que acababa de ocurrir en Estados Unidos y dijo sentirse anonadado por lo que acababan de votar los estadounidenses eligiendo a Donald Trump como presidente. Dijo esto: «ojalá no se cumplan las promesas electorales que ha hecho Donald Trump. Con que se cumpliera una de ellas, creo que el mundo no va a vivir muy tranquilo en los próximos años. Pensando en las buenas relaciones que dicen va a tener con el presidente de Rusia, no sé si es para alegrarse o para echarse a temblar«.
Se refirió luego a algo que los medios calificaron apresuradamente como referéndum para la paz, en Colombia, y que nos sorprendió a todos cuando conocimos el resultado, pues parecía que los colombianos habían votado NO a la paz. Luego vimos que habían votado un tratado de paz, es decir una Norma, es decir Derecho. Hizo esta referencia porque una cosa es la Cultura de Paz y otra muy distinta es el Derecho. Una cosa es hablar, pensar, proponer, y otra cuestión es aprobar normas que hagan que se cumpla una determinada cosa.
«Yo soy muy partidario de que haya instituciones como esta pero después tenemos que saber que son los representantes de los ciudadanos de los Estados democráticos, a través de los parlamentos, los que toman decisiones y convierten algunas de esas ideas en Derecho«.
Resaltó el lugar en el que nos encontrábamos, un centro que lleva por nombre Seminario de Investigación para la Paz, y alabó el trabajo que durante muchos años ha desarrollado en este centro pionero, Jesús María Alemany, al que reconoció la valentía de traer al mismo, desde hace más de treinta años, a miembros de las Fuerzas Armadas para hablar de paz, extendiendo la idea de Cultura de Paz y haciéndolo con militares.
«Desde este centro en el que se piensa en expandir la idea de la cultura de paz se tiene muy clara la idea de que los militares forman parte muy importante de la paz. Podemos colaborar mucho en expandir esa idea de la cultura de paz«.
Se refirió a una resolución de Naciones Unidas, de 13 de septiembre de 1999, que en su artículo I dice: «Una Cultura de Paz es un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida, basados en el respeto a la vida, el fin de la violencia, así como la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación«.
Son muchas palabras y expresiones las que para la ONU significan el concepto de paz. Javier Fernández eligió una de ellas, «el fin de la violencia«. Cultura de Paz es procurar el fin de la violencia. Está claro que hacia dentro los Estados tienen que preocuparse de su violencia interna, tienen que aprobar la legislación correspondiente para que no la haya sancionando debidamente a quienes producen esa violencia.
Pero hacia fuera los Estados pueden colaborar a esa no violencia. ¿Y como se está haciendo hoy en día en los estados democráticos, al menos en los de nuestro entorno?, ¿Qué es lo que se está haciendo y qué es lo que España, de acuerdo con la mayoría de ellos, hace?.
Pues bien, aprueban decisiones, es decir Derecho, convierten esta idea de lo que es la Cultura de Paz en Normas, en Derecho, para que las Fuerzas Armadas españolas participen interponiéndose entre dos grupos que quieren la violencia, que están atacándose, que están en guerra o en estado de preguerra.
Y ahí es donde el Estado, desde el año 1978 en que se aprueba la Constitución, hasta ahora, afortunadamente las fuerzas mayoritarias han estado de acuerdo y el parlamento ha aprobado siempre estas resoluciones.
¿Cómo están participando las Fuerzas Armadas en la paz?, pues participan interponiéndose entre los que no quieren la paz, y se llegan a jugar la vida. Es increíble que haya quienes piensen que los militares no participan en la paz,cuando estamos viendo en tantísimos sitios que lo que hacen es jugarse la vida por obedecer lo que ha decidido el Estado español.
España está entre los primeros países que colaboran a que se cumpla lo que dice la ONU, a que haya Cultura de Paz, a que no haya violencia en el mundo. Citó al conocido politólogo, germano-británico, Ralf Dahrendorf, al que se atribuye la frase, «democracia es la convivencia en el conflicto«, sabiendo que las gentes somos distintas y con intereses contrapuestos.
Se refirió luego a la guerra que actualmente está viva en Siria y nos puso el ejemplo de lo acontecido en una de esas reuniones de jefes de Estado y de Gobierno, convocada recientemente por la Unión Europea.
El motivo de la reunión era aprobar sanciones que se pretendían imponer a Rusia por su, más que evidente, participación en la Guerra de Siria. Ante una propuesta que parecía muy sensata, el Primer Ministro de Italia, Matteo Renzi se opuso aduciendo las siguientes razones: Las sanciones económicas difícilmente tienen algún tipo de incidencia en los dirigentes.
Este tipo de sanciones realmente a los que producen daño es a productores, agricultores, a sectores económicos de otros países de la UE que se ven perjudicados por no poder comerciar con Rusia.
La guerra de Siria la estaban sufriendo, desde luego, los de allí, pero también, indirectamente, otros Estados y desde luego Italia era uno de ellos, por los miles de refugiados que llegaban procedentes de zonas en conflicto.
Finalmente la propuesta no se aprobó. Quiso decirnos con esto que cuando hablamos con palabras tan bonitas como paz, luego hay que ir sobre el terreno y aprobar Normas y hacer Derecho para construir esa paz, y a veces lo que decimos no es exactamente lo que queremos decir, y lo que decimos que queremos hacer, no es exactamente para lograr la paz.
A continuación nos presentó Javier Jiménez Olmos a Pedro Baños Bajo, que nos iba a hablar de «Fuerzas Armadas Españolas 25 años llevando la paz por el mundo«.
Pedro Baños es coronel de Infantería del E.T. y Diplomado de Estado Mayor. Ha tenido múltiples destinos en España y ha sido jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo en Estrasburgo. Fue miembro del equipo de la Dirección General de Política de Defensa durante la presidencia española de la Unión Europea. Destinado también en la División de Asuntos Estratégicos y Seguridad de la Secretaría General de Política de Defensa , y jefe del Área de Análisis Geopolítico. Ha publicado numerosos libros sobre estos temas, ha realizado un sinfín de cursos de formación en Francia, Bélgica, Estados Unidos, Turquía, Israel, o incluso China, y ha participado en cuatro misiones en el exterior.
Lo primero que resaltó Pedro Baños fue la importancia del factor humano, del valor humano que tenemos en nuestros soldados españoles. Esto ha hecho que llevemos casi 30 años en operaciones de paz desde el año 1988 en que se llevaron a cabo las primeras en Angola, para garantizar la retirada de las fuerzas cubanas, garantizando no solamente la paz sino también algo tan importante como la seguridad humana.
«Esto no lo han hecho los políticos, lo han hecho nuestros soldados que, desplegados prácticamente en todos los países de África y buena parte de los de América y Asia, han conseguido ser queridos y respetados en todo el mundo haciendo que sean los mejores embajadores para transmitir la imagen de España«.
Las misiones en el exterior son casi infinitas porque no solamente están las más conocidas como la de ONUCA en Centroamérica o las que se llevan a cabo en Afganistán, Senegal, Líbano, o Irak.
Hay muchas pequeñas misiones que hemos llevado a cabo, a veces con muy pocos efectivos, en países tan remotos como Georgia, Chechenia, Pakistán, Irak, o el Kurdistán iraquí, actualmente.En estos casi treinta años de misiones de paz, han participado 140.000 militares españoles con un comportamiento ejemplar, sin problemas importantes como los aparecidos en otros contingentes.
La importante característica que tenemos en la idiosincrasia de nuestros soldados, tolerantes, sociales y abiertos, ha posibilitado que, a veces, hayan entrado en zonas donde la población local no permitía la entrada a otras fuerzas internacionales.
España no es un país pequeño, estamos entre los diez primeros países del mundo con arreglo a todos los parámetros y tenemos muchas cartas que jugar.
No olvidemos, porque es importante recordar estas cosas, que se cumplen ahora 25 años de que en Madrid (1991) se celebrara la conferencia para la paz más importante, ideada por España y auspiciada por Estados Unidos y la URSS, como tentativa de la comunidad internacional para empezar un proceso de paz entre Israel, la OLP,
Palestina, Siria, Líbano y Jordania.
¿Misiones de paz en las que España ha participado en el exterior?, pues son muchas.
Hemos participado en misiones de la Unión Europea Occidental (UEO), de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), de la Organización Territorial del Atlántico Norte (OTAN), de la Unión Europea (UE) y, cómo no, de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
España puede que sea el único país de Europa que ha participado en todas y cada una de las misiones de la Unión Europea. España nunca ha abandonado a quien ha solicitado ayuda en este ámbito. Y hemos hecho eso sin pedir nada a cambio, nosotros no vamos detrás de conseguir beneficios. No obtenemos nada material, pero hemos logrado ser queridos y respetados en todo el mundo. Lo que sí hemos hecho es llevar ayuda humanitaria, algo enfático en nuestras misiones.
Resaltó Pedro Baños, entre otras, las siguientes actuaciones: Recogida de fondos entre los cadetes de la AGM destinados a la reconstrucción de una escuela en Mali.
Reparto de juguetes, efectuado el pasado mes de marzo, donados por los trabajadores de ISDEFE, Ingeniería de Sistemas para la Defensa.
Carrera del Ebro, celebrada en Zaragoza y organizada por la Brigada de Caballería «Castillejos» II, en la que se recolectaron 11.000 euros, que fueron entregados por el contingente español en EUTM Mali, a las Hermanas Franciscanas de Koulikoro, para becas a estudiantes malienses y apoyo al transporte, material y alimentación escolar.
España está haciendo un enorme esfuerzo en Mali. No participamos en la operación de combate, que lidera Francia unilateralmente en la llamada Operación Barkhane, sino que participamos en una operación de entrenamiento, de Naciones Unidas, y no hay mejor embajador en el mundo para levantar la bandera de la paz que las Fuerzas Armadas españolas.
Para finalizar nos dijo lo siguiente:
«La primera misión de las Fuerzas Armadas es estar preparadas para entrar en combate y por tanto ejercer la adecuada disuasión, porque si se garantiza la disuasión se garantiza la paz. Para ello hay que estar bien preparados, que no significa tener el mejor armamento sino el mejor factor humano, y en eso destacamos por encima de los demás«.
De nuevo tomó la palabra el coronel Javier Jiménez, para presentar ahora al tercer ponente, el general Luis Lanchares Dávila, y lo hizo así:
«Hemos visto la parte del Derecho y la parte humana, que afectan y que tienen las Fuerzas Armadas, y que muchas veces es desconocida o interpretada con estereotipos, por lo que es muy importante expandir la imagen de unas Fuerzas Armadas comprometidas con la paz. El general Luis Lanchares nos hablará de cómo se forman los oficiales del Ejército, cómo se educan los militares, cuál es su mentalidad y que actitud tienen«.
Graduado en el 85, pertenece a la XL Promoción de Oficiales (Infantería) de la Academia General Militar. Tiene el Curso Avanzado de Inteligencia y Seguridad y el Curso de Estado Mayor. Ha estado en Unidades muy operativas, como la Brigada Paracaidista, y ha estado al mando del Tercio Alejandro Farnesio, 4º de la Legión. Ha estado en el equipo responsable de las infraestructuras del Ministerio de Defensa en la Dirección General de Política de Defensa, y tiene gran experiencia en Misiones Internacionales pues ha participado en las de Angola, Líbano, Kosovo, y Afganistán, (Herat).
Ya en el uso de la palabra, el general Lanchares nos dijo lo siguiente:
Agradeció a Carmen Magallón y a la Fundación la oportunidad de participar en este seminario y dijo que poco a poco se conoce mejor a las Fuerzas Armadas y la sociedad española es cada vez más consciente de cuál es su contribución a la paz y seguridad, pero que todavía queda un cierto camino por recorrer. Quizá en el ámbito de la enseñanza haya todavía un cierto desconocimiento habida cuenta de que el sistema actual data del año 2010 que fue cuando se implementó y se podría decir que, aunque ya está consolidado, todavía es insuficientemente conocido.
Nos sorprendió el general cuando dijo esto:
«He oído a los ponentes que me han precedido y sobre la marcha reviento mi presentación y les voy a decir por qué. Ellos han sido muy gentiles en presentar una imagen muy amable con las Fuerzas Armadas. Desgraciadamente debo decirles que ese escenario no es el que nos encontramos, no es el que se van a encontrar nuestros tenientes en el futuro, y debo decirles otra cosa. La responsabilidad de la Academia General Militar y mi responsabilidad personal y profesional como director del centro es asegurar que los cadetes de hoy, los tenientes de mañana, estén plenamente preparados para trabajar y alcanzar el éxito en cualquier tipo de escenario que, repito, desgraciadamente no son tan favorables como nos gustaría«.
No quiso entrar en reseñas históricas para señalar que el Ejército, y por defecto todas las Fuerzas Armadas, siempre han aspirado a que sus oficiales, suboficiales y tropa, tuvieran la mejor formación. Eso es una seña constante en la historia. Igualmente los ejércitos han sido sensibles a los cambios habidos en el escenario internacional y en la forma de llevar a cabo las operaciones y por tanto se han adaptado en sus procesos formativos a aquello que demanda el escenario en el que previsiblemente actuarán nuestras fuerzas.
Se refirió luego a lo que era el origen de su charla y conferencia con nosotros, la creación de la Academia General Militar, en 1882. Tras sucesivos intentos de que la formación de los oficiales siguiera una estructura centralizada en la que estos recibieran una formación, que en primera instancia debía ser generalista y posteriormente especializada, se decidió crear en ese año la Academia General. De ella destacó el general Lanchares un párrafo del Real Decreto de Fundación en el que se habla de dos cosas, de simplificar los estudios y del compañerismo.
Simplificar los estudios no significa hacer los estudios más fáciles, significa hacerlos adecuados a aquello que en cada momento iba a requerir España a sus oficiales y que, en líneas generales posteriormente, se ha mantenido al dar un primer baño genérico y común a todos los oficiales en La General, que pasan después a las academias de especialidad.
Esa formación se complementa y asegura que todos oficiales tengan una forma de ver la milicia, unos valores compartidos y una forma de ejercer la profesión común.
Y el compañerismo no es, ni más ni menos, que ese pegamento que une a las promociones, ese espíritu que todos oficiales, suboficiales y tropa, llevan en sí y que es, sin duda, el principal de los valores que podemos y debemos inculcar a nuestros cadetes.
Se refirió luego el general Lanchares a la ley de la Carrera Militar, de 2007, que indica que los estudios militares tienen que estar plenamente integrados en el Sistema Educativo General y al socaire de las disposiciones que se establecen en lo que es conocido como el Plan Bolonia. Y así llegamos al plan de estudios que tienen en la actualidad, que es el de 2016, en el que un cadete hace sus trabajos en la universidad, acude a la Academia, pasa unas pruebas físicas, un reconocimiento médico, un reconocimiento psicológico, y una prueba de inglés, y en función de su nota de corte accede a la Academia General Militar. A partir de ese momento y tras cinco intensos años ese cadete finaliza siendo Ingeniero de Organización Industrial titulado por la Universidad de Zaragoza y va a ser teniente del Ejército de Tierra.
No quiso extenderse sobre los 11 planes de estudios que se cursan en la AGM pero sí destacar algunos de ellos como el de los cadetes que quieren ser oficiales del E.T. y de la G.C. y que acceden a la Academia sin ninguna titulación previa, tan solo con la nota de corte de la selectividad.
«Nuestros alumnos estudian, en el caso del E.T. cuatro años en Zaragoza y un quinto año en la academia de especialidad correspondiente, mientras que los alumnos de la G.C. estudian los dos primeros años en Zaragoza, el mismo plan de estudios que los cadetes del E.T. y posteriormente, los siguientes tres años en la Academia de la Guardia Civil en Aranjuez«.
«Al finalizar sus estudios tenemos tenientes del E.T. con título de ingeniería en Organización Industrial y tenientes de la Guardia Civil con título de Ingeniería en Seguridad«.
Nos habló de otro procedimiento para acceder a la carrera, como es el de promoción interna para aquellos oficiales y suboficiales que tienen unos estudios reconocidos por el Sistema Educativo General y que se convalidan con aquellos.
También se refirió, brevemente, a las condiciones de acceso, tiempo y lugar de enseñanza para otros planes de estudios como los de Oficiales del Cuerpo de Intendencia, Cuerpo de Ingenieros Politécnicos, y Militares de Complemento, resaltando al final de ello dos cuestiones, la flexibilidad y capacidad de adaptación del Ejército y la complejidad y exigencia del plan de estudios.
Dio una rápida vista retrospectiva a la evolución de este plan de estudios desde el año 2010, pasando por las modificaciones del año 2012 y los últimos ajustes efectuados en 2016, que conforman unas condiciones adecuadas para que el alumno progrese adecuadamente, que a fin de cuentas es el objetivo de la Academia General Militar y del Centro Universitario de la Defensa.
Después dijo esto: «Es fundamental destacar aquí lo que es la clave del éxito de la formación actual, y es la perfecta coordinación y relación existente entre los dos centros encargados de impartir los estudios, que son el CUD, centro dependiente del Ministerio de Defensa y adscrito a la Universidad de Zaragoza, responsable de que los alumnos adquieran las competencias relativas a la Ingeniería de Organización Industrial, y la AGM, que a través de su Jefatura de Estudios imparte las competencias propiamente militares«.
«Y ahora empieza lo que es trascendente, a mi juicio, de la presentación. Todo lo citado es importante, imprescindible superarlo para ser un Oficial del Ejército de Tierra, pero nada de eso es suficiente si al acabar los cinco años de carrera no hemos formado auténticos oficiales que sean líderes de las Unidades en las que servirán. Unos oficiales que van a ejercer el mando con plena iniciativa, que van a tener que asumir responsabilidades normalmente en circunstancias adversas, y que si no arrastran con el ejemplo a sus hombres y mujeres, y si no trabajan en estrecha cohesión formando equipo en sus Unidades, nunca alcanzarán los objetivos que les hayan asignado«.
«Por tanto el plan de liderazgo es fundamental y me atrevería a decir la piedra filosofal sobre la que nosotros en la Academia hacemos nuestro trabajo«.
«Y este plan de liderazgo tiene una base sólida y es la formación en valores, valores que emanan de los principios que tenemos en España, nuestra Constitución, las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, el Decálogo del Cadete y un largo etcétera de documentos«.
«Nuestros futuros oficiales van a tener que operar en escenarios que sin duda van a ser globales, inciertos y altamente complejos. No habrá pasado un año y auguro que, aproximadamente el 25% de los tenientes egresados van a estar desplegados en Afganistán, Irak, Mali,o República Centroafricana«.
«Van a estar desplegados allí donde los españoles, a través de su Gobierno, los envíen.Y en estas circunstancias estos oficiales van a tener que llevar a cabo operaciones independientes, trabajando de forma aislada, con ejércitos de otros países, van a tener que asumir riesgos, y para ello necesitamos líderes que estén comprometidos con su profesión y con su servicio a España«.
«La carrera de las armas no es una profesión sencilla, como tantas otras, y si bien aspiramos a que, como dijo un famoso soldado de Infantería, Pedro Calderón de la Barca, la milicia es una religión de hombres honrados, somos conscientes de que hemos de tener vocación, abnegación y disponibilidad permanente«.
Bueno, pues ya lo ven, queridos lectores que nos siguen, el Ejército apuesta decididamente por la formación de sus oficiales. Tiene muy claro que ha de estar en continua evolución para adaptar sus procesos formativos a lo que se espera de un oficial de futuro y a ello se aplican cuantos sirven en la Academia General Militar incluidos, sin ningún género de dudas, los excelentes profesionales que son los profesores del Centro Universitario de la Defensa.
Se inició luego un turno de preguntas al que nosotros no pudimos quedarnos, muy a pesar nuestro, pero estamos seguros de que fue interesante en sumo grado.
Solo nos resta, desde la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, felicitar a la directora del SIP, Carmen Magallón Portolés, y a Javier Jiménez Olmos, por la organización de esta magnífica jornada para la paz y, cómo no, a todos y cada uno de los tres ponentes, Javier Fernández López, Pedro Baños Bajo, y Luis Lanchares Dávila, por su brillante y amena exposición de un tema de gran importancia y plena actualidad.
!!ENHORABUENA!!