Traemos de nuevo a estas páginas un articulo que tuvo muy buena aceptación hace un tiempo y que, a petición, volvemos a reeditar actualizado. Se trata de la crónica de una excelente conferencia a la que tuvimos el honor de ser invitados, titulada «LA PREVENCIÓN DE LA RADICALIZACIÓN TERRORISTA. EL CASO ESPECIAL DE LOS JÓVENES Y LAS MUJERES«, impartida por Mia Bloom, profesora de la Georgia State University y experta en extremismo violento y organizaciones terroristas.
Tuvo lugar en el Palacio de la Aljafería, de la capital aragonesa, organizada por la prestigiosa Fundación Manuel Giménez Abad, junto con la colaboración del Consulado General de Estados Unidos en Barcelona y la Universidad de Zaragoza.
Asistió numeroso público entre el que pudimos ver al Comandante Militar de Zaragoza y Teruel, y Director de la Academia General Militar, GB. Luis Lanchares Dávila, al Jefe de Estudios de la AGM, coronel Enrique Gaitán Monje, y al Jefe del III Batallón de la AGM, Javier Sanz Maldonado, así como a un nutrido grupo de Caballeros Alféreces Cadetes, también de la Academia General Militar.
El evento fue cubierto por gran cantidad de medios de comunicación y tuvo la asistencia de numeroso público entre el que se pudo ver a militares de alta graduación, de la Academia General Militar de Zaragoza, así como a un nutrido grupo de Caballeros Alféreces Cadetes, también de este prestigioso centro militar de estudios superiores.
Se inició el acto con la intervención de José Tudela Aranda, Secretario de la Fundación Manuel Giménez Abad, quien tuvo palabras de salutación y bienvenida para todos los que nos habíamos dado cita en la impresionante fortaleza, mandada construir por Al-Muqtadir en la segunda mitad del siglo XI, para asistir a esta nueva actividad de la Fundación.
Quiso que sus palabras fueran breves, para no restar tiempo a la ponente, y se limitó a dar las gracias, en primer lugar, a la Embajada de los Estados Unidos, a Elena Pujol en nombre del Consulado en Barcelona, de esta Embajada que no es la primera vez que colabora con la Fundación , pues ha colaborado ya en diversas ocasiones. Manifestó especial agradecimiento a Mia Bloom, que había hecho un esfuerzo muy notable para estar allí, y cedió ya la palabra a Natividad Fernández Sola, profesora titular de Derecho Constitucional Público, y Relaciones Internacionales en la Universidad de Zaragoza, para que hiciera la presentación de la conferenciante.
Hemos de decir que, a partir de aquí, la conferencia se desarrolló en inglés, pero un excelente medio de traducción simultánea hizo que pudiéramos seguirla perfectamente aquellos que no dominamos la lengua de Shakespeare.
Natividad Fernández nos dijo que era un placer para ella el estar como moderadora del panel y nos dio unas pinceladas sobre la ponente, aunque dijo que la profesora no necesitaba presentación por ser muy bien conocida.
Mia Bloom es canadiense, Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Columbia y Máster en Estudios Árabes por la Universidad de Georgetown. Ha sido miembro del Council on Foreign Relations e investigadora y profesora en las universidades de Princeton, Cornell, y Harvard entre otras.
Actualmente es profesora de Comunicación en la Universidad Estatal de Georgia, también es profesora asociada de Estudios Internacionales en la Universidad del Estado de Pensilvania, y también trabaja en el Centro Internacional para el Estudio del Terrorismo. Cuenta con una increíble formación y extensos conocimientos, es conocedora del idioma ruso y ha sido una de las primeras en analizar el fenómeno de las mujeres que se unen al Daesh.
Quiso añadir Natividad Fernández, como directora del Máster de la Universidad de Zaragoza, que para la Fundación Manuel Giménez Abad era un verdadero placer dar la bienvenida a Mia Bloom, sabedora de que es una persona muy importante, que tenía que dar charlas en Madrid y Barcelona, por lo que expresó su público agradecimiento, en nombre del Consulado Estadounidense en Barcelona, por el esfuerzo que había hecho para estar ese día en Zaragoza.
Finalmente dijo lo siguiente: «verán que es, sin duda, una de las expertas más destacadas, quizás la mejor, que puede hablarnos sobre la radicalización de mujeres y niños«.
Tomó la palabra Mia Bloom y, después de dar las gracias a la Embajada Estadounidense, en Madrid y Barcelona, por haber sido invitada, y a la vista de que había generales del Ejército presentes en la sala, se apresuró a decir que esta investigación ha sido financiada por un Programa Social del Departamento de Defensa Estadounidense, pero que todo lo que ella dijera allí era su propia opinión, pues no asistía en representación del Gobierno Estadounidense ni de sus ejércitos.
Hecha esa advertencia entró en materia para hablarnos de las formas de combatir la radicalización terrorista en mujeres y niños.
No es algo difícil de decir que las mujeres han participado en acciones terroristas durante mucho tiempo. Los americanos sí que se ven mucho más sorprendidos cuando ven que hay mujeres que participan en atentados, pero Europa tiene una larga historia de implicación de las mujeres en el terrorismo. Por ejemplo en los años 70 y 80 hubo mujeres incluso en posiciones de liderazgo, como Ulrike Meinhof, que era una líder del grupo Baader-Meinhof.
Después de ella hubo mujeres que ocuparon puestos destacados en el IRA, e incluso aquí en España, una de las líderes más importantes de ETA fue Iratxe Sorzabal. Es decir, no es que haya habido mujeres terroristas líderes en el pasado, es que las sigue habiendo en la actualidad.
Quizás lo que más nos sorprenda es la función que desempeñan las mujeres en los grupos yihadistas, en parte porque existe la presunción de que las mujeres que llevan velo son apolíticas e invisibles y eso es un malentendido porque eso no significa que no tengan poder, ni capacidad, ni voz en los grupos terroristas.
Además no hay un perfil claro de las mujeres terroristas, pues son muy distintas. Vean algunos ejemplos:
Vistiendo Chador, vemos a Samira Ahmed Jassim, detenida en 2009 por las tropas iraquíes. Se dedicaba a reclutar y entrenar mujeres a las que ordenaba que violasen para después convencerlas de que actuasen como terroristas suicidas y así poder lavar su ofensa. Entrenó a 80 y mandó a 28 de ellas a la muerte.
Janet Abdurakhmánova, (Abdullaeva). Una de las dos viudas negras que realizaron el atentado suicida del 29 de marzo de 2010, en el metro de Moscú. Tenía 15 años cuando se unió a su marido, guerrillero daguestaní que fue asesinado por los Servicios Secretos rusos, y 17 años en el momento del atentado. En la imagen viste Nikab.
Sajida al-Rishawi. Supuestamente iraquí, la vemos con Hiyab. Es una de los autores del atentado de Amman en 2005, y fue ahorcada en Jordania, en 2015 en represalia por la bárbara ejecución de un piloto jordano, quemado vivo por el grupo Estado Islámico EL.
Otras mujeres terroristas presentan aspectos muy diferentes, de chicas jóvenes y agraciadas, como son estos casos:
Dala Mughrabi, fue una de los 11 terroristas que asesinaron a 37 personas en la masacre de la autopista costera 2 de Israel, en 1978. Un ataque terrorista palestino planificado por Abu Jihad y llevado a cabo por la facción Fatah de la OLP.
Wafa Idris, mujer palestina de 27 años, del campamento de refugiados Al-Am´ari, se convirtió en la primera asesina suicida palestina, el 27 de enero de 2002, matando a un civil e hiriendo a otros 140.
Ayat al Akhras, niña palestina de 18 años que se inmoló el 29 de marzo de 2002, en un supermercado lleno de gente en Kiryat HaYovel, en Jerusalen, matando a tres personas.
Muriel Degauque, mujer belga, camarera de café y dependienta de pastelería en Charleroi, (Bélgica), se convirtió en la primera mujer terrorista suicida europea. Se inmoló al paso de un convoy estadounidense el 9 de noviembre de 2005 en Baquba, al norte de Bagdad.
En ocasiones resulta difícil de entender que otras mujeres terroristas procedieran de entornos académicos, como es el caso de Fusako Shigenobu, joven universitaria japonesa que fundó en 1971 el grupo armado de extrema izquierda, Ejército Rojo Japonés, o incluso ambientes acomodados como, Susanne Albrecht, hija de un conocido abogado de Hamburgo, que se unió a la Fuerza Roja del Ejército, (RAF), y participó en el asesinato de Jürgen Ponto, presidente del Dresdner Bank, en 1977, durante los eventos conocidos como el Otoño Alemán. Fue detenida en 1990, condenada a 12 años de prisión y puesta en libertad en 1996.
Todavía hay más ejemplos atípicos, como sería el de Patricia Hearst, nieta del millonario estadounidense, que después de ser secuestrada por el Ejército Simbiótico de liberación, se unió a la guerrilla del grupo, en una reacción llamada Síndrome de Estocolmo.
Nuestra ponente, Mia Bloom, seguía ofreciéndonos abundantes datos y documentación sobre la radicalización terrorista de mujeres.
Las primeras de ellas se vieron en Chechenia, en los años 80 cuando la Guardia Revolucionaria Iraní empezó a desplegar mujeres yihadistas en los frentes durante la segunda guerra chechena. En 1991 hubo mujeres que participaron en casi cualquier operación terrorista incluyendo en 2002 la toma del Teatro de Moscú, en la que hubo 19 mujeres que participaron en la toma de rehenes. También en Moscú pero en 2010 dos mujeres terroristas suicidas, llamadas Shahidkas, (viudas negras), al parecer procedentes del Cáucaso Norte, hicieron explotar sendas bombas en el metro causando gran número de muertos y heridos.
Un fenómeno cada vez más frecuente entre ellas es la de familiares implicados con los terroristas, hermanos, primos, sobrinos y otras personas con vínculos familiares. Recordemos a los hermanos Tsarnaév, (Boston 2013), o los hermanos Kouachi, (París 2015). Las mujeres chechenas, que tenían miedo de sus familiares yihadistas, se unían a ellos. Les preocupa la infiltración de los Servicios de Seguridad y Servicios Secretos que han facilitado por ejemplo la detención en 2009 de Samira Ahmed Jassim, perteneciente al grupo Ansar al-Sunna, acusada de entrenar a mujeres terroristas en Irak.
Varias preguntas sugirió Mia Bloom, preguntas como esta: «¿Por qué estos grupos utilizan a las mujeres?«.
Hay varios motivos, siendo el más obvio de ellos, evitar la detección pues, al utilizar sus ropajes tradicionales, les resulta mucho más fácil que a los hombres el ocultar entre su atuendo armas y explosivos, simulando incluso un embarazo, por ejemplo. Otro motivo sería el de que pueden confundirse muy fácilmente con los civiles, circunstancia para ellas favorable a la hora de atentar en lugares y superficies muy poblados como los mercados. En la actualidad ISIS no utiliza mujeres terroristas pero Boko Haram sí que utiliza mujeres y niños por este mismo motivo.
Nos dijo Mia Bloom que llevaba 27 años estudiando estos temas y que había tenido oportunidad de entrevistar a líderes terroristas a los que preguntaba por qué reclutaban a mujeres. La razón que aducían era que resultaban más manipulables y que si no podían ser buenos soldados sí que podían ser muy buenas terroristas suicidas.
Citando a Margaret Thatcher, dijo que es importante el papel que juegan en este tema los medios de comunicación, que son la savia y el jugo de vida de estos movimientos terroristas, pues las mujeres arrastran muchos más titulares en la prensa.
Cuando un atentado es cometido por una mujer va a concitar mucha más atención mediática que cuando lo comete un hombre porque causan mucho más asombro, y como saben que van a tener mucha más cobertura mediática, estos grupos buscan a mujeres jóvenes y bonitas.
En 2006 el LTTE, (Tigres Tamiles para la Liberación de Eelam Tamil),utilizó a Anoja Kugenthirasa, mujer de 21 años, intensamente hermosa,para el atentado en una base militar a la que accedió en varias ocasiones empleando la identificación de la esposa de un militar y fingiendo estar embarazada para entrar en el hospital de la base, al que se permitía de vez en cuando el acceso a civiles por ser el único de los alrededores. En la explosión murieron 10 personas, aunque Anoja falló en su objetivo de matar al Teniente General Sarath Fonseka, Jefe del Ejército de Sri Lanka, que en 2009 acabaría con ese movimiento.
Otro motivo principal para utilizar mujeres terroristas es que suponen un símbolo muy poderoso para reafirmar la hombría de los varones, que queda en entredicho si no se unen a la yihad como ellas.
Este proceder no es nuevo y nos recordó Mia Bloom que durante la Primera Guerra Mundial, en el Reino Unido, algunas mujeres llevaban una pluma blanca, (símbolo de cobardía), que entregaban a los hombres que veían en la ciudad y que no estaban luchando por su país. En las Fuerzas Aéreas, dijo, se emplean mujeres instructoras, que son las primeras en saltar de los aviones, suponemos que con la misma intencionalidad, en una nueva forma de entender la masculinidad.
Nosotros nos remontamos todavía más y recordamos que durante las Cruzadas, en nuestro reinos, muchas mujeres les decían a sus esposos que no se les acercasen hasta que no fueran a combatir a Tierra Santa.
Hay mujeres que se radicalizan solas, pero también hay un porcentaje de ellas que han sido forzadas a participar en el extremismo violento porque no tenían elección al haber sido violadas y pertenecer a culturas basadas en un cierto honor que pretende matar a aquellas que han sido deshonradas.
Tenemos por ejemplo el caso de Rania, una niña iraquí de 15 años que le dijo a su familia que quería estudiar y ser médico. Se rieron de ella y le dijeron que eso no pasaría pero que si quería ayudar a los suyos se podía hacer terrorista suicida. Cuando se dirigía a una escuela, portando en su cuerpo una bomba, fue detenida viva y con ello tuvimos un testimonio completo de cómo fue coaccionada y obligada a convertirse en terrorista suicida.
El mensaje que reciben estas mujeres, educadas en una sociedad perversa, es que pueden hacer mucho más muriendo de lo que podrían hacer colaborando en vida.
Si hemos visto antes cuáles son los motivos de los grupos terroristas para reclutar mujeres, vamos a ver ahora cuáles son las motivaciones de las mujeres para integrarse en ellos.
«Cuando intentamos entender las motivaciones de las mujeres hemos de asumir que las mujeres somos complejas«, dijo Mia Bloom, pero es que hay más de un solo motivo, hay varios que convergen.
Parte del problema es que vemos a los hombres como movidos por motivaciones nacionales, ideológicas, políticas, y a las mujeres movidas solo por motivos emocionales, cuando no es así.
Hombres y mujeres, ambos, tienen diversas motivaciones, quizás en porcentajes distintos.
Muchas de estas mujeres se unieron a los movimientos terroristas para restaurar honor y honra a la familia o compensar algo que habían hecho en el pasado y que debían expiar. El padre de una de ellas había sido acusado de colaborar con el Gobierno israelí, y al convertirse ella en terrorista suicida ya nadie podría creer eso. Este elemento de redención, de metamorfosearse en algo nuevo para dejar atrás el estigma del pasado es uno de los principales motivos que llevan a las mujeres a radicalizarse.
También está el elemento de la venganza con el que conseguirían el respeto de su comunidad.
No obstante, como se ha dicho antes, el principal predictor de la integración de una mujer es cuando tienen familiares implicados, que pueden ser padres, maridos, hermanos, Etc.
Los cambios en la ideología islámica acontecidos desde 2004 hasta la actualidad han acomodado las exigencias instrumentales para el conflicto. Muchos de los grupos islámicos, como Hamás, (Movimiento de Resistencia Islámica, en Palestina), se negaban a aceptar mujeres.
Ahora la situación es muy distinta y vemos que muchos de los grupos aliados de Al Quaeda, están utilizando cada vez más mujeres, empezando en Irak en 2005, otros grupos yihadistas en Pakistán, Uzbequistán, India, y otros más como Al-Shabab, en Somalia, que se afiliaron a Al Quaeda. Hasta los Talibanes están utilizando mujeres, por lo que sorprende que ISIS estuviera bastante alejado de estas posiciones y se negasen a aceptar mujeres. La mujer del propio dirigente de Al Quaeda, doctor Aymán Al-Zawahiri, se dirigió en una carta a sus hermanas del islam diciendo que ya tenían mujeres yihadistas, que podía ser terroristas suicidas. Un punto de inflexión se sitúa en 2012, cuando utilizan una mujer suicida en el aeropuerto de Kabul.
Vemos un denominador común y es que las mujeres participan Online. En ISIS las mujeres participan mucho en las redes sociales como instrumento de reclutamiento, utilizando como se ha dicho antes, el argumento de provocar a los varones aludiendo a su falta de hombría si no se radicalizan como ellas. La narrativa mediática de las mujeres es un poco engañosa porque ISIS promueve imágenes de mujeres con armas, y en patrulla, pero eso es propaganda que no tiene nada que ver con la realidad, pues sabemos que en ISIS las mujeres no están luchando en el frente de batalla sino que se apegan más a la casa, al hogar.
También las mujeres son utilizadas por ISIS como mercancía, pues son compradas y vendidas. Les gustan especialmente las rubias occidentales porque para ellos representa un caché muy alto. Sabemos que las mujeres Yazidíes han sufrido muchas violaciones masivas y han manipulado a estas adolescentes, permitiendo la impunidad de su esclavitud y violación.
Entendemos que ISIS se beneficia financieramente de las mujeres, tanto en el tráfico de esclavas, como con las jóvenes que atraviesan fronteras internacionales, representando las mujeres entre el 10 y el 18% de los combatientes extranjeros.
Afortunadamente en España la situación es mucho mejor comparada con otros países.
Creemos que solo hay 207 combatientes extranjeros para ISIS, de los cuales 21 son mujeres, y eso es un contraste tremendo con la situación en Bélgica, Gran Bretaña o Francia.
Las mujeres se reclutan de todo el mundo y la manera de hacerlo involucra a alguien del país.
Escuchamos que se reclutan muchas en occidente pero los países que más combatientes extranjeros tienen son Túnez, Turquia, Arabia Saudí, y acercándonos más a europa, Rusia y Chechenia, pero la mayoría no proceden de occidente, que es de donde ISIS quiere reclutarlas.
A los efectos existen dos tipos de mujeres para ISIS, las que son mayores, conversas, que tienen un pasado problemático y las jóvenes que pueden manipular y formar igual que hacen con sus víctimas. Utilizan la estrategia de hacer que se casen en cuanto llegan allí y que tengan hijos, que ejerzan el papel de ancla y de esta forma evitar que se vayan, porque si se quieren ir las matan.
Seguimos hablando de mujeres relacionadas con el terrorismo pero queremos hacer aquí un inciso para mostrarles que también las hay justo en el lado opuesto a las que hoy son protagonistas de nuestra crónica. Vean ahora dos mujeres que combaten al terrorismo, de formas distintas.
Una es Nikki Kahn, de origen iraquí, de religión judía y de profesión espía. Rita Katz es quizás la única persona capaz de infiltrarse en las alcantarillas del Estado Islámico, y publicar sus horrores.
La otra es Joanna Palani, «Lady Muerte«, joven kurda de nacionalidad danesa por la que ISIS ofrece en millón de euros. Tenía 21 años cuando decidió viajar a Siria para combatir al Estado Islámico. Allí se alistó primero a la Unión de Protección del Pueblo, (YPG), después al Pershmerga y mató a más de 100 terroristas.
El tipo de propaganda que utiliza ISIS varía según el género. Para hombres vemos temas violentos que intentan encapsular un código yihadí y reclutan gentes de cárceles, de bandas, que tienen el peor pasado, a los que ofrecen el mejor futuro, utilizando el lenguaje de los videojuegos con los jóvenes. Para las mujeres lo que muestran es pertenecer a algo, tener una hermandad, la utopía de que en ISIS tendrán muchas amigas y amigos y encontrarán el amor verdadero.
La doctora Mia Bloom nos expuso, con la misma brillantez y documentación de todo lo anterior, la parte de la conferencia dedicada a la captación y radicalización de niños, pero francamente vamos a obviar ese capítulo porque bastante horror hemos relatado ya como para verter en estas páginas una carga innecesaria de ignominia.
Al final de la conferencia se abrió un turno de consultas en el que muchos asistentes plantearon interesantes cuestiones. Preguntaron españoles y preguntaron extranjeras, hubo preguntas en español y también las hubo en inglés , como esta formulada por un Caballero Alférez Cadete de la Academia General Militar, que ofrecemos traducida:
«Para la cultura musulmana y para el Daesh, una mujer si no está casada solo es pura si es virgen. Las mujeres reclutadas en Europa o EE.UU. a veces no tienen esa cultura o muchas no son vírgenes, mi pregunta es, ¿son tratadas y valoradas peor que las vírgenes?«.
Mia Bloom le contestó en los siguientes términos:
«Creo que has identificado la razón por la cual reclutan mujeres jóvenes, occidentales o musulmanas. Es para que sean puras, cosa difícil si tienen más de 15 años. No les gustaban las combatientes extranjeras venidas de Siria porque no idolatraban lo que querían para el sexo. Solo se puede ser virgen una vez y como ISIS recicla las mujeres, cuando se casan por segunda vez las tienen en una categoría menor, les deniegan derechos y por eso hay que informar a las mujeres Suníes de que todas las promesas son falsas y de que pueden acabar como un producto para tratar y comercializar«.
Otras preguntas hubo de interés, a las que Mia Bloom fue dando cumplida respuesta, pero nosotros hemos de poner aquí fin a esta crónica resumida sobre su conferencia y, desde estas sencillas líneas de los Reales Tercios de España, fundados en 1942 por S.A.R. Don Juan de Borbón y Battemberg, le felicitamos por su magnífica ponencia y hacemos extensiva nuestra felicitación a la Fundación Manuel Giménez Abad, al Consulado General de Estados Unidos en Barcelona y a la Universidad de Zaragoza, por haberla presentado en nuestra Inmortal Ciudad, y expresamos nuestra gratitud por haber sido invitados a la misma.