En el regio Salón del Trono del Palacio de la antigua Capitanía General de Aragón, el pasado 19 de julio de 2023, a partir de las 18.30 horas, asistimos a la conferencia titulada “EL ESCUADRÓN EXPEDICIONARIO DEL REGIMIENTO ESPAÑA EN LA GUERRA DE CUBA 1895-1898”, encuadrada en el Programa de Actos Santiago 2023, organizado por el Regimiento de Caballería “España” 11.
Asistió el General Jefe de la Brigada Aragón I, GB. Guillermo Pablo García del Barrio Díez, el Coronel Jefe del Regimiento de Caballería “España” 11, Francisco Javier Calero Perea y varios coroneles jefes de unidad.
Se inició el acto con unas primeras palabras del Coronel Calero Perea en las que dijo lo siguiente: Hoy tengo el honor y el privilegio de presentar a nuestro conferenciante, Jefe de la Plana Mayor del Regimiento España, mi amigo y compañero, el Teniente Coronel Ángel Laborda. Muchos, o casi todos, de los que aquí estamos, lo conocemos, sabemos su forma de hacer las cosas, su dedicación y su profesionalidad. Quiero ser breve para dejarle todo el tiempo para esta magnífica conferencia que nos ha preparado y me gustaría destacar que es un soldado de Caballería, con mayúsculas, es un jinete que ha estado la mayor parte de su vida militar en unidades del Arma. Ha estado en el “Pavía”, ha estado en el “España”, ha estado también en la Brigada de Caballería Castillejos, y ha estado en la Academia de Caballería.
Posteriormente, cuando se perfeccionó y se especializó en Logística, teniendo el Curso Superior de Alta Gestión Logística, pasó a ocupar también destinos en la Secretaría General del MALE (Mando de Apoyo Logístico del Ejército). Ha estado en varias misiones internacionales, fundamentalmente tres en Bosnia Herzegovina, y una el Líbano (Libre Hidalgo). Posee una Cruz Militar con distintivo azul y cuatro Medallas al Mérito Militar con distintivo blanco. Aparte de todo eso, que profesionalmente es digno de mención y admiración, me gustaría destacar también su pasión por la historia, pero no la historia en general sino la historia militar, en la que es un referente para todos nosotros. Y esa pasión por la historia militar le ha hecho ser Vocal del Memorial de Caballería desde hace cinco años, y haber recibido el premio Memorial de Caballería del año 2022. Quiero destacar que los períodos históricos que le interesan, apasionadamente, son la historia de la Caballería, como jinete que es; la historia del Regimiento “Pavía”; la Guerra de los Nueve Años; la Guerra de Sucesión Española; y la Guerra de Cuba, motivo de la conferencia de hoy, donde nos va a dar, estoy convencido, una magnífica exposición sobre el Regimiento de Caballería “España” durante ese período de la Guerra de Cuba.
Tomó la palabra el Teniente Coronel Ángel Laborda y este es un resumen de su intervención. ¿Por qué una conferencia sobre la Guerra de Cuba y sobre el Regimiento España?, porque este año se cumple el 125 Aniversario del fin de la presencia de España en ultramar. En el año 98,como todos sabemos, España tuvo que abandonar Cuba y tuvo que abandonar Filipinas.
Con motivo de este 125 Aniversario, el coronel me propuso dar una conferencia sobre qué es lo que hizo el Regimiento España en la Guerra de Cuba. Yo solo voy a hablar de una pequeña parte de qué es lo que hizo el Regimiento España en la Guerra de Cuba. Voy a hablar del tiempo durante el cual el Escuadrón Expedicionario que generó el Regimiento fue unidad independiente que, como veremos, fue solamente parte del año 1895 y parte del año 1896.
Luego el Escuadrón se integró en otras unidades y dejó de ser tal independiente, y tuvo un devenir diferente al que había tenido hasta entonces.
Lo que voy a contar ahora se basa en los diarios de operaciones que mensualmente este Escuadrón Expedicionario tenía que remitir aquí, a la península, a su unidad matriz el Regimiento España, que entonces estaba en Burgos. A partir de esos diarios, de esos resúmenes, he podido hacer un seguimiento del devenir de este Escuadrón durante el tiempo que fue unidad independiente durante la Guerra de Cuba.
Creo que la Guerra de Cuba es una guerra mal conocida desde el punto de vista militar. Se ha estudiado mucho desde el punto de vista político, social, económico, de medios de comunicación, pero militarmente creo que está poco estudiada, y además los estudios que se han hecho y que se hicieron en tiempos, no los recientes, estaban muy condicionados por las versiones dadas por los propios insurgentes cubanos, por los estadounidenses o, incluso, por la propia prensa española de la época, que era muy crítica con la guerra, sobre todo la prensa de la oposición, la prensa que apoyaba el Partido Liberal, que daba una versión muy negativa y muy peyorativa de la Guerra de Cuba.
Yo lo que pretendo es hacer un análisis exclusivamente desde el punto de vista operativo, de qué es lo que hizo allí el Escuadrón del Regimiento y, además, intentar enmarcarlo en el contexto de qué es lo que estaba ocurriendo allí, qué operaciones se estaban desarrollando, porque si uno se limita simplemente a fechas, lugares y nombres, no entiende absolutamente nada. Es un batiburrillo de ir y venir, de combates, de morir, de enfermar, y no se entiende el por qué ni el cómo. Se entiende el qué, pero no el cómo.
Esta historia no puede empezar en otro sitio que en Burgos. Comienza en Burgos el 18 de mayo de 1895, que es cuando en el Regimiento se recibe orden de generar un Escuadrón Expedicionario, formado por 171 hombres, desde el Comandante que es el más caracterizado, hasta el último de los herradores, y proyectarlo para que se incorpore al Ejército de Operaciones que lleva combatiendo en Cuba desde el mes de febrero de esa misma fecha.
He traído aquí una imagen, que es una postal de época, donde se ve el cuartel en el que el Regimiento España se encontraba en esa fecha del 18 de mayo, en el Cuartel de Caballería de la Calle Vitoria, ese edificio de aspecto cuartelero que aparece a la derecha de la fotografía.
Los combates se estaban produciendo ya desde el mes de febrero, en mayo es cuando llega la orden, e inmediatamente se procedió a alistar al personal y a equiparlo para proyectarlo y que llegase a la zona de operaciones. Pero antes de que lleguen a la zona de operaciones, tres o cuatro apuntes para poner en contexto de ¿a dónde se dirige el Escuadrón Expedicionario, cómo es la isla de Cuba en 1895, qué es lo más remarcable?.
En primer lugar, es un terreno muy difícil, con unas circunstancias físicas muy difíciles. La orografía, a pesar de lo que pueda parecer a simple vista, es una orografía muy complicada, donde hay muchas sierras. De este a oeste, la Sierra Maestra, que luego se haría célebre porque fue donde se acogería Fidel Castro y los suyos; la Sierra Cristal; la Sierra de Escambray, en la provincia de Santa Clara, y en el extremo contrario la Sierra del Rosario, en la cual estará el Regimiento.
Esta combinación de sierras y clima tropical, en el que solo hay dos temporadas al año, la seca y la de lluvias, hace que sea un infierno operativo en la temporada de lluvias, con barro, caminos que están mal preparados y que con el barro son intransitables. Si eso lo combinamos con la orografía el efecto se multiplica. Si a todo ello añadimos la vegetación también tropical tenemos que, en los terrenos donde la orografía es quebrada, combinada con las lluvias, sería una jungla impenetrable, la manigua que llaman los cubanos. En las zonas que son más o menos llanas, combinadas con esas lluvias, nos da una especie de sabana tropical, cuajada de palmeras, donde están los potreros, que son los ranchos donde se cría el ganado.
Como vemos, orografía, clima y vegetación, un infierno, y además ese infierno está muy condicionado por las temporadas anuales, seca y de lluvias. Operativamente, la isla solo favorece las operaciones en la temporada seca, que va de noviembre a mayo. El resto del tiempo la isla de Cuba es muy difícil de gestionar, muy difícil de operar, siendo incluso en aquella época más sencillo moverse de un lado a otro de la isla por mar que por tierra, que por el interior.
Después, tenemos en Cuba seis provincias desigualmente pobladas y desarrolladas. La zona más pobre es la parte más oriental, la provincia de Santiago de Cuba y parte de la provincia de Puerto Príncipe.
De ahí hacia el oeste la isla se encuentra cada vez más poblada, más desarrollada económicamente, con los potreros, los ranchos cubanos, con el cultivo y cierta producción de caña, que luego se traslada a la zona de La Habana y Matanzas, que es donde está la industria de transformación, cárnica, azucarera, etc.
La isla de Cuba, en cuanto a tamaño, para que se hagan una idea, tiene 105.000 kilómetros cuadrados. Si lo comparamos con la extensión que actualmente tiene España, que son 504.000 kilómetros cuadrados, es más o menos la quinta parte del territorio nacional. Para hacernos una idea de su analogía, tiene más o menos la extensión que la actual Comunidad de Castilla-León.
Está habitada por solamente 1.700.000 personas. Este es un dato importante porque luego lo pondré en contexto y lo pondré en comparación con el tamaño del Ejército de Operaciones y con el tamaño de las fuerzas insurgentes que van a actuar en campaña. La población se concentra, mayoritariamente, en el entorno de La Habana, Santiago de Cuba y Matanzas.
Dos primeras consideraciones que creo son importantes para huir de los clichés que tenemos acerca de la Guerra de Cuba. La Guerra de Cuba se nos ha mostrado habitualmente como una guerra de españoles contra cubanos, y no es así porque españoles eran todos los que estaban combatiendo en ambos bandos. Estaban los españoles peninsulares y los españoles insulares o de ultramar, y tan español era en ese momento un señor de Santiago de Cuba como era uno de Zamora, de Oviedo o de Lérida. Lo que ocurre es que parte de esos españoles de Cuba deciden reclamar la independencia y hacen la guerra contra el gobierno central.
Para que nos hagamos una idea, en el momento de mayor auge de la insurrección cubana, las fuerzas cubanas estaban compuestas, más o menos, solo por 22.000 hombres. Si lo comparamos con la población de 1.700.000 vemos que es una cantidad de personas relativamente pequeña para lo que es la población. Si lo comparamos con el Ejército de Operaciones, que en su momento de mayor expansión era un ejército compuesto por 220.000 hombres, ahí vemos la relación de fuerzas y el contexto. De hecho, de estos 220.000 hombres había una gran cantidad de cubanos y naturales de Cuba, y en el momento de mayor expansión, de los 220.000 efectivos del Ejército de Tierra en Cuba, 30.000 eran naturales, los del Ejército Regular, y 80.000 formaban parte de la milicia, de la que luego hablaremos. Con lo cual tenemos un ejército formado por 110.000 naturales de la isla de Cuba, combatiendo contra 22.000 naturales de la isla de Cuba.
Lo que quiero decir con todo esto es que no era una guerra de cubanos contra españoles, era más bien una guerra de insurgencia y de contrainsurgencia. Y había más cubanos en el bando de partidarios del gobierno central y no de la secesión, que en el bando insurgente que quería la independencia. Otro cliché, que es habitual de encontrar, es querer asimilar esto a una guerra regular, una guerra como las que había en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, querer asimilar esto a las guerras franco-prusianas y querer ver grandes batallas y cargas de caballería donde no las había, porque eso era una guerra de contrainsurgencia, y es más parecido a lo que ha habido en Afganistán o en Irak en los últimos veinte años, que a lo acontecido en el siglo XIX en los campos de batalla de Centro Europa.
No es una guerra regular, y hay una tendencia muy grande de las personas que tienen sus memorias, recién terminada la guerra, o de la prensa, tanto americana como cubana o insular, de querer ver una guerra regular donde no la había. No piensen encontrar en mi relato grandes batallas ni grandes movimientos de tropas intentando maniobrar operativamente. Lo que sí va a haber son cercos, búsqueda y destrucción, y mucho juego del gato y el ratón, entre las fuerzas insurgentes que intentan jugar su juego y las fuerzas del ejército español que intentan contrarrestarlo.
Dicho esto, vamos a intentar contextualizar en qué momento se encuentra Cuba cuando llega nuestro Escuadrón, allá por el mes de junio. El Escuadrón Expedicionario tarda un tiempo en organizarse y en llegar a la isla, y no llega hasta el 15 de junio . En junio ya han ocurrido muchas cosas en la isla de Cuba, y voy a intentar aquí narrarlas, de forma breve, para entender en qué momento llega y en qué contexto tiene que empezar a desenvolverse.
En primer lugar la Guerra de Cuba, oficialmente, formalmente, según los libros de historia, sabemos que empieza el 24 de febrero de 1895 con el Grito de Baire, que es un acto simbólico de proclamación de la independencias, o de proclamación de la guerra en búsqueda de la independencia por parte de las fuerzas insurgentes. Las fuerzas insurgentes se están organizando desde tiempos antes, sobre todo en los Estados Unidos. Hay una red en Estados Unidos, en la isla y en las otras islas del Caribe, de apoyo, de movilización, y deciden que el 24 de febrero es el día idóneo para desencadenar la insurrección y dan la consigna a sus fuerzas, que están distribuidas por toda la isla, de en ese día, en esa fecha, abandonar sus localidades donde están residiendo habitualmente y echarse al monte.
El 90% de la insurrección fracasa gracias a la eficaz labor de la policía, tanto en territorio nacional, cubano o peninsular, como en el extranjero.
Gracias al servicio de espionaje y demás; gracias a la labor de la Guardia Civil, que tiene desplegadas fuerzas en la isla; gracias a la labor policial, se desactiva el 90% del dispositivo que habían organizado las fuerzas insurgentes para levantarse, y solo tiene un éxito, relativo, un mínimo éxito, en la zona más oriental, en la provincia del oriente de Santiago de Cuba que, el 24 de febrero se levantan. No hubo ningún ataque a fortificaciones, acuartelamientos o a ninguna otra fuerza, simplemente el 24 de febrero deciden que se van al monte y se van. No se produce ningún combate el 24 de febrero. La historiografía cubana ha querido venderlo como algo épico y glorioso pero en realidad no fue nada épico ni glorioso. Lo épico, si acaso, sería sobrevivir en la manigua, que es lo que van a hacer hasta que lleguen los refuerzos. Yo he definido este período de tiempo, el que va a lo largo de los meses febrero a abril de 1895, como un estadio en el cual la insurgencia está latente, está en el monte, no sabemos lo que está haciendo, está ahí esperando.
¿Qué es lo que pretenden, qué objetivos tienen los insurgentes, y qué objetivos tiene el gobierno de España?. La insurgencia lo que busca es la independencia, y la estrategia que plantean es provocar un levantamiento popular, involucrar a la mayor parte de la población cubana en este levantamiento, desgastar al gobierno que está en Madrid y hacerle ver que mantenerse en Cuba es más costoso que abandonarla. Su labor va a ser levantar a la población cubana y desgastar, mediante la destrucción de infraestructuras, la industria, y lo último que buscan es el enfrentamiento con las fuerzas del ejército español. Su misión va a ser golpear y huir rápidamente.
¿Qué objetivos se propone aquí el Presidente del Gobierno, Cánovas del Castillo?. Su objetivo es intentar volver a la situación, al Status Quo inicial , mediante una demostración de fuerza impresionante buscando luego la negociación, y cree que solo con eso será suficiente para volver otra vez a la situación anterior al Grito de Baire. Estos son los dos planteamientos, el de Cánovas del Castillo y el de José Martí, líder político de la revolución.
Martí que, ya veremos, es un personaje curioso, de triste destino porque murió al poco del comienzo de la guerra, y es además una persona que ha vivido aquí, en Zaragoza. Tiene calle y tiene placa. Estuvo aquí José Martí cuando era una persona de bien.
¿En qué situación se encontraban las fuerzas españolas en el momento de la llegada del Escuadrón?. Las fuerzas eran unas fuerzas que estaban dedicadas a labores prácticamente policiales, no estaban pensadas para un control exhaustivo del territorio, eran insuficientes y excesivamente estáticas para lo que se les venía encima. Había 7 Regimientos y un Batallón de Cazadores de Infantería; 2 Regimientos de Caballería, el Pizarro y el Hernán Cortés, uno con cabecera en La Habana y otro con cabecera en Santiago de Cuba; 1 Batallón de Ingenieros; 1 Grupo de Artillería y 3 Tercios de la Guardia Civil. En total unos 20.000 hombres. Luego había una fuerza de voluntarios que no estaba movilizada en ese momento y que se calculaba que tenía un potencial de poder llegar a movilizar hasta 60.000 hombres en caso de que fuera necesario. En el caso de los 2 Regimientos de Caballería, estaban diseminados por toda la isla, distribuidos en Secciones, casi Escuadrones, por diferentes localidades de la isla, para hacer labor de presencia y, en un momento dado, apoyar a las fuerzas de orden público, a la Guardia Civil o a la Policía.
En el otro lado, tenemos que las fuerzas enemigas eran muy pocas. En estos momentos, cuando la insurgencia está latente, estamos hablando de unos cientos. Serían unas 400 personas las que formaban la insurgencia. Son pocos, son muy móviles y son muy agresivos. Ya veremos, cuando llegue el momento de pasar a la ofensiva, que son realmente difíciles de manejar. Lo que buscan, sobre todo, es dar golpes de efecto, golpear y abandonar el terreno antes de que lleguen las fuerzas del ejército. Son todos prácticamente tropas montadas, no hay nadie que vaya a pie y están pobremente armadas, tienen carabinas, escopetas, machetes, y nada de artillería al principio, luego sí. Después vendrán las fuerzas desembarcadas, que son las que provocan el vuelco. Siendo poca gente, están muy bien armadas, traen muy buen armamento procedente de Estados Unidos, bien instruidas y muy bien motivadas. Son las que darán el vuelco a una situación que se mostraba latente.
Nosotros, desde estas sencillas líneas de los Reales Tercios de España , ponemos aquí término a nuestra crónica, y felicitamos al Regimiento de Caballería “España” 11 por la brillante organización de esta magnífica conferencia.