Aquí se inició y aquí finalizó. En el Palacio de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, sede también de la nobleza aragonesa, dio comienzo el 2 de junio de 2021 un interesante Ciclo de Conferencias dedicado a LA CARGA, como acción resolutiva del Arma, organizado por el Regimiento de Caballería “España” Nº 11.
La Conferencia Inaugural, presentada en el Salón de Tenientes de la RMCZ, llevaba por título “La Carga de Caballería” y fue su ponente el Coronel Jefe del Regimiento, Ilmo. Sr. D. Carlos Manuel Mendoza Pérez.
Cuatro meses después, el 7 de octubre se clausuraba el Ciclo, en el mismo lugar,con la Conferencia “Las Cargas del Arma en el Arte”, impartida por el afamado pintor de temática militar Augusto Ferrer Dalmau y por el Subteniente de Caballería D. Jesús García Campo.
Entre ambas fechas se han ofrecido cuatro conferencias más, con los siguientes títulos, ponentes y lugares de celebración: “La Carga de Taxdirt”, Teniente Coronel de Caballería, D. Eduardo Gortazar Arias, (Palacio de la antigua Capitanía General de Aragón); “La Carga de Alfambra”, Subteniente de Caballería D. Jesús García Campo, (Base San Jorge, Zaragoza); “Hechos y Héroes de los jinetes de Alcántara en el verano de 1921”, Coronel de Caballería Ilmo. Sr. D. Jesús Martínez de Merlo, (Palacio de la antigua Capitanía General de Aragón); Las Cargas en las Guerras Carlistas”, Historiador Carlos Canales Torres; (Palacio de la antigua Capitanía General de Aragón).
Así pues el pasado 7 de octubre asistimos, a partir de las 19.00 horas, invitados por el RC España 11 y por la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, a la Conferencia de Clausura del Ciclo LA CARGA, completando de esta manera, por nuestra parte, cinco asistencias de las seis posibles. Presidió el acto el Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, Excmo. Sr. D. Luis Navarro y Elola. Le acompañaban en la mesa presidencial el Coronel Jefe del Regimiento de Caballería “España” Nº 11, y el pintor Augusto Ferrer Dalmau.
Asistieron los siguientes dignatarios de la RMCZ: Fiscal, Excma. Sra. Dª Concepción Valenzuela y Elorz, Marquesa viuda de Huarte; Secretario, Ilmo. Sr. D. Enrique Caro y Valenzuela, así como su Asesor Histórico, Ilmo. Sr. D. Armando Serrano Martínez, Académico de la Real y Bellas Artes de San Luis.
Asistieron igualmente, entre otras, las siguientes autoridades militares: Jefe de la Brigada Logística, GB. Excmo. Sr. D. Juan Carlos Olalla Simón; Delegado de Defensa en Aragón, Coronel Ilmo. Sr. D. Conrado José Cebollero Martínez; Jefe del Órgano de Apoyo al COMIL de Zaragoza y Teruel, Coronel Ilmo. Sr. D. Fernando Ruiz Idiago; Coronel Jefe del Regimiento Pavía 4, Ilmo. Sr. . Jesús Manuel López Moreno.
Entre el numeroso público asistente pudo verse a representantes de prestigiosas asociaciones culturales, como la A.C. Los Sitios de Zaragoza, representada por su presidente Ilmo. Sr. D. Gonzalo Aguado Aguarón.
Los Reales Tercios de España, fundados en 1942 por S.A.R. Don Juan de Borbón y Battenberg, estuvieron representados por D. Manuel Grao Rivas, Jefe de RR.PP. e Institucionales del Tercio Norte-Aragón.
Dio apertura al acto Don Luis Navarro y Elola, con las siguientes palabras: Excmos. e Ilmos. Srs. Señoras y Señores: Es para mi un honor, como Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza darles la bienvenida a nuestra casa en la tarde de hoy para asistir a la conferencia que van a impartir nuestros ilustres ponentes.
Como muchos de ustedes saben, la Real Maestranza está hermanada con la Brigada Aragón I a través del Regimiento de Caballería “España” 11. Nuestra Real Maestranza tiene el honor de colaborar con el ciclo de conferencias sobre la acción resolutiva del Arma de Caballería, que es la Carga.
Ciclo que ha organizado el Regimiento “España” este año 2021, del Primer Centenario de la heroica gesta del laureado Regimiento de Caballería Alcántara.
La primera conferencia del ciclo, pronunciada por el Ilmo. Sr. Coronel D. Carlos Manuel Mendoza Pérez, con el tema “La Carga de Caballería”, tuvo lugar el pasado 2 de junio y hoy también tenemos el honor de que sea impartida en nuestro palacio de la RMCZ la conferencia que cierra el ciclo, con el tema “Las cargas del Arma en el Arte”, y que va a ser pronunciada por el ilustre e importante pintor español Don Augusto Ferrer Dalmau y por Don Jesús García Campo.
Me acompañan en la mesa, nuestro querido amigo, el antes citado Coronel Jefe del Regimiento “España” Don Carlos Manuel Mendoza Pérez y Don Augusto Ferrer Dalmau Nieto, nuestro conferenciante.
Augusto Ferrer Dalmau Nieto es un famoso pintor español de estilo realista y academicista, especializado en pintura de historia y de batallas. Retrata magníficamente diversos aspectos y épocas de las Fuerzas Armadas de España con gran naturalismo y atención al detalle. Es miembro de varias Reales Academias y ha recibido numerosas distinciones y reconocimientos, entre ellos la Orden de Isabel la Católica. No me voy a alargar más sobre su biografía, solo diré unas palabras del gran escritor y miembro de la Real Academia Española, Arturo Pérez Reverte: “Nadie que yo conozca pinta en España como Augusto Ferrer Dalmau”.
Respecto a Don Jesús García Campo, Subteniente de Caballería, decir que es un querido amigo nuestro desde hace muchos años. Ha estado destinado en el Regimiento Numancia Nº 9, con el que estuvimos hermanados hasta su disolución, y en la actualidad presta eficazmente sus servicios en el Regimiento “España” Nº 11. Tiene varias condecoraciones militares, ha realizado varias publicaciones de carácter militar y ha sido Comisario, y participado en la organización de exposiciones también de carácter militar. Además, por sus reconocidos méritos y eficaz colaboración con nuestro Real Cuerpo, el pasado año 2020 le entregamos el Sable de Honor de nuestra Real Maestranza.
A continuación voy a dar la palabra al Ilmo. Sr. Coronel Don Manuel Mendoza a quien damos nuestra más afectuosa bienvenida a nuestra casa, que es la suya, así como a todos los jinetes del Regimiento “España”.
Es para nosotros un alto honor colaborar con nuestros hermanos del Regimiento de Caballería que lleva el glorioso nombre de España.
Tomó la palabra el Coronel Mendoza, y esto es lo que dijo: En primer lugar, tengo que dar las gracias a la Real Maestranza, una vez más, por dejarnos esta casa solariega, este salón que respira tradición, que respira caballería, para dar esta última conferencia del ciclo sobre la acción resolutiva del Arma, la carga.
Precisamente este ciclo se inició aquí, en este mismo salón, en junio de este mismo año, con una conferencia que impartí yo mismo, y en la primera parte de la conferencia me refería a que la carga no solo era la acción resolutiva del arma sino que además es, probablemente, la acción militar, si me lo permiten, más artística que hay, la acción militar que ha sido representada en películas, en cuadros, incluso en poemas.
Hoy tenemos, para clausurar este ciclo, la enorme suerte de contar con la mejor representación que podemos tener, el mejor pintor de cargas de caballería, el mejor pintor de batallas que tenemos ahora mismo, Augusto Ferrer-Dalmau, que va a dar la conferencia sobre las Cargas de Caballería en el Arte.
Y nuestro Subteniente, Don Jesús García Campo, voy a pasar a presentarlo muy brevemente. Aparte de ser conferenciante, ya verán su conocimiento y dedicación a la historia del Arma, de la carga, de la caballería y del arte. Es, quizás, nuestro miembro más antiguo. Desde su primer empleo de sargento está destinado aquí, en los Regimientos Numancia y España. Tienen que saber todos que el Regimiento Numancia se integró finalmente en el España. Es, sin duda, el guardián de nuestras esencias y nuestras tradiciones, y es el inspirador y el ideólogo de este ciclo de conferencias. A él se le ocurrió, él ha llamado a los conferenciantes y, de alguna manera, estamos aquí gracias a su idea.
A Augusto Ferrer Dalmau creo que casi todos lo conocen. Es un buen pintor al que su gran amigo Arturo Pérez Reverte definió como pintor de batallas. Empezó, digamos, siendo discípulo, o en la escuela de Antonio López, es decir del realismo y, sin entrar mucho en las cuestiones pictóricas, que desconozco, sí que tengo que decir que es un pintor especialmente cuidadoso y, como podrán ver, en todo lo que es relativo a la uniformología, armamento y situación táctica, lo que describe es lo que realmente había. Detrás de cada uno de sus cuadros hay un enorme estudio de la historia.
Sus cuadros no son solamente arte, son también estudios de historia. Decía que era un pintor de batallas pero a mí, quizás, ese nombre de pintor de batallas me recuerda a los pintores de los siglos XVII-XVIII, que pintaban grandes formaciones en el campo, entrando en combate y demás. Sus cuadros no son exactamente así, porque es un pintor de soldados, de soldados en combate, y pinta seres que están en ese momento en el combate, y los pinta con las emociones de un soldado en combate.
Quizás, en algún momento podamos ver reflejados en sus personajes el miedo, la desesperación, pero ante todo pinta las virtudes que deben adornar a un militar, el arrojo, el valor, la determinación, la firmeza. Todas esas virtudes son esenciales en el desempeño de la función militar, especialmente en el combate, y muy especialmente en una carga. Una carga tiene un altísimo componente moral y yo creo que Augusto Ferrer-Dalmau ha sabido reflejar ese componente moral en un espacio material, en un cuadro, como ninguno hasta ahora.
Es entonces un pintor de batallas, es un pintor de soldados y es un pintor de virtudes, no solo militares sino también de virtudes animales. En las cargas de caballería aparecen también caballos, caballos que están magníficamente representados por Augusto. Caballos que comparten el mismo arrojo, la misma determinación que le presta su jinete, porque no hay una carga exitosa si el jinete no ha conseguido prestarle al caballo su determinación, su arrojo y su valor. Y ahí también verán caballos, y caballos caídos en el suelo, caballos compartiendo el valor, el sacrificio y la desesperación de sus jinetes.
Intervino a continuación el Subteniente García Campo para decir lo siguiente: Me van a permitir leer tres páginas para situarnos previamente a lo que es la conferencia de La Carga. A continuación, con Augusto, iremos pasando distintos cuadros y los iremos comentando, esa es la idea fundamental de lo que pretendemos.
Tener hoy aquí a Augusto en la última jornada de este ciclo de conferencias dedicado a La Carga, es todo un privilegio y no podía faltar a esta cita por un motivo fundamental, es el pintor que más cargas de caballería ha plasmado en el óleo y también, hay que decirlo, porque es antiguo Lancero del Regimiento “España”, desde el 2011.
Estoy convencido de que la idea que tenemos sobre la carga está influenciada en gran medida por la cinematografía, “La carga de la Brigada Ligera”, “Murieron con las botas puestas”, “Waterloo”, “El Reino de los Cielos”, War Horse, o la que para mí es la mejor carga ejecutada en el cine y además contemporánea de los hechos de Alcántara, “Jinetes de leyenda”, donde la Caballería Ligera australiana cargó en Beersheba contra las fuerzas nómadas en 1917. Todas ellas asociadas a magníficas bandas sonoras que ensalzan en forma creciente la plasticidad de las imágenes, llegando a imaginar que estamos cabalgando junto a ellos. Las cargas en ellas representadas, mal o bien hechas, convirtieron en mito sus hechos de armas e incluso las adornaron de romanticismo.
Pero hoy no es su turno, pues no existe ninguna película que trate el motivo que nos reúne hoy aquí, homenajear al Regimiento Alcántara y su sacrificio en protección de la columna en retirada, donde llevó al límite insuperable el sacrificio humano de un Arma.
Hoy nos centraremos en la carga como acción resolutiva del Arma y a través de una iconografía procedente del arte. Inicialmente íbamos a incluir otros tipos de arte, escultura y bajorrelieves, pero el problema es que, cuando presentamos la conferencia en Madrid, nos fuimos a 72 filminas, y había que cortar pues no hay tiempo. Ese es el motivo de que ahora mismo nos hayamos centrado únicamente en cargas de caballería y las únicas pintadas por Augusto.
Por otro lado, ya sabemos como es la carga, es una acción reglada, está sujeta a reglamento, ensayada en la instrucción de la unidad, que le da cohesión, comandada por un líder con las necesarias aptitudes, que debe elegir el momento, normalmente siempre de oportunidad, y el terreno, con un único fin, deshacer la intención del enemigo, cualquiera que sea este y con el convencimiento de que puede llegar al sacrificio.
Tiene dos importantes protagonistas, nuestro noble bruto el caballo, que ha sido el elemento común a todos los ejércitos desde la edad antigua y que se conquistaron pueblos cabalgando sobre sus lomos, y por otro lado el jinete, el soldado, el soldado de la caballería española.
Solamente hablaremos de cargas, hemos hecho una selección y son las que les vamos presentar aquí. Nos faltan unas cuantas, entre ellas una importantísima en la Guerra de Sucesión, la Batalla de Villaviciosa, donde cargaron todos los Regimientos del Arma que estaban en ese momento de servicio, o las Campañas de Italia, Bitonto, Campo Santo, o Madonna del Olmo, con la visión de Treviño. Es una presentación cronológica en el tiempo. Comenzaremos esta presentación en el siglo XVIII, en la época de Felipe V cuando, por decirlo de alguna manera sencilla, se revolucionó el Arma, con lo que será la mejor caballería en palabras de Antonio Manzano, “el ejército que vuelve a ganar batallas”. La caballería adoptó la configuración de Regimiento, Escuadrón, Compañía, mejoró las armas, aligeró el equipo, mejoró la instrucción, mejoró la disciplina, mejoró los despliegues de las Unidades, la distribución de los oficiales y sargentos, y todo ello plasmado en Ordenanzas y Reglamentos. Se logran grandes cambios en cuanto a la forma de ejecutarla y su orgánica.
Vanguardia, sargentos detrás para empujar a los Escuadrones, y en cuanto al armamento siguen la lanza y la espada. La fundamental la lanza, la más letal de todas. La primera lanza con crucetas, para cortar las bridas apareció en 1815, a continuación la reglamentaria de 1836, con regatones para equilibrar su peso en posición horizontal sobre el caballo, banderolas en los extremos, inicialmente con los colores de los Regimientos, y finalmente con los colores nacionales.
Varía la longitud, de 2,5 a 3 metros, como sucedió con la mejor lanza que hemos tenido en servicio en la caballería, la modelo 1905 acanalada, con su control de calidad.
Todas las lanzas debían de dar tres golpes de punta sobre un maniquí revestido con la coraza reglamentaria de la Escolta Real, debiendo atravesar la coraza en los tres golpes que se le daba a esta. La lanza aparece en nuestros Regimientos en el Reglamento de 1815, en dos Regimientos nada más: Lanceros de Extremadura y Lanceros de Castilla, y a mitad de siglo, con las Guerras Carlistas, se constituyeron todos los Regimientos de Caballería en Lanceros. Su validez se demostró en la Guerra de la Independencia con unas primeras acciones de los lanceros polacos en Somosierra en 1808, o con el empleo que hizo de la misma nuestro líder carlista Tomás Zumalacárregui, presente durante toda la Primera Guerra Carlista, o nuestra Primera Lanza de España, de la Reina, Don Diego de León, tan valiente él en Los Arcos y en Villarrobledo. En Los Arcos obtuvo su Medalla Militar Individual, con el Regimiento de Lanceros de la Guardia Real, y la Laureda colectiva en Villarrobledo con el Regimiento de Húsares de la Princesa.
En las Campañas de Cuba y África, aunque existían todavía Regimientos de Lanceros, todas las lanzas han sido relegadas por la tercerola y carabina, con su sistema Remington y posterior Mauser, junto al sable, todas armas de combate.
En el aspecto histórico artístico, en tiempos pasados la pintura de batallas ha sido testimonio de un hecho, información, descripción de los protagonistas, quien asiste, donde, cuando, etc. y limitada su observación en pinacotecas o colecciones privadas, alcanzando por tanto a un número limitado de público. Pero todo cambia a mitad del siglo XIX , aparece el desarrollo de la prensa escrita, la mecanización contribuye a hacer las largas tiradas de la misma y con su distribución llega al público en general, y lo que es más notable, aparece el corresponsal de guerra y el ilustrador, que organizarán el arte.
En España la primera cobertura periodística de una campaña fue la Campaña de África, en 1859.
Solamente seis años antes había sido la primera cobertura por la prensa, de la Guerra de Crimea. Más adelante, el grabado será relevado por la ilustración en blanco y negro e iluminada, y a estos últimos la fotografía y luego el cine en el siglo XX. Hoy Internet y las redes sociales hacen que el arte esté al alcance de todos.
No cabe duda de que los medios de hoy no cometen errores.
Pueden captar nítidamente la expresión del soldado, su valor, su sufrimiento, su cansancio, su fidelidad en la uniformidad y perfectamente el armamento empleado. Por tanto, el artista, además de tener una técnica consagrada, deberá ser conocedor del hecho representado. Tiene una responsabilidad con su público, debe contar la verdad y solo se consigue con el conocimiento de aquellos protagonistas de los hechos de armas, además de conocer, por supuesto, la fisonomía de del sr humano y la fisonomía del caballo. Aún más difícil, debe conseguir el realismo basado en una percepción del detalle y técnica en la pintura, son sus herramientas de trabajo. El cuadro nos invita a establecer un diálogo entre el artista y el observador, nos cuenta lo más importante del mismo y nos centra en lo más destacable, existiendo una fidelidad con el hecho y más aún cuando estas obras perdurarán en el tiempo formando parte de la memoria de la historia.
Resumiendo, el pintor es también un historiador y se rodea de un grupo selecto de especialistas en distintos campos, historia, uniformidad, armas, filología. Por último es interesante conocer que la mayoría de los artistas más sobresalientes del siglo XIX, Morelli, Cusachs, fueron militares, conocían la milicia, y alguno de ellos la guerra. Otros, como Fortuny actuaron como corresponsales de guerra en las Campañas de África, Carlistas, Cuba y Marruecos. Nuestro protagonista de hoy, Augusto, también quiere conocer la guerra y ha tenido cortas estancias en distintos teatros de operaciones, Irak, Líbano, Afganistán y Mali, enriqueciendo sus experiencias personales, de primera mano, con los protagonistas, los soldados, extrayendo cuadernos de imágenes.
Tomó la palabra Augusto Ferrer Dalmau, para decir inicialmente esto: Antes que nada, quisiera daros las gracias por haberme invitado aquí y poder estar con todos vosotros. Es para mi un honor poder estar en la Maestranza de Zaragoza, con gente estupenda, y voy a participar comentando algunos cuadros con el Subteniente, con Jesús, vamos a ver algunas cosas. Luego si hay tiempo, las personas que tengan algunas dudas pueden preguntar.
Vamos a comentar los cuadros, detalles y anécdotas de los cuadros que he pintado de caballería, también de otros pintores, anteriores a mi, grandes pintores, intentaremos analizar un poco sus cuadros. Yo creo que puede ser muy interesante estudiar las cargas de caballería a través del arte.
Intervino el Subteniente Jesús García Campo para hacer de nuevo una referencia a la Guerra de Sucesión española y recordar a Augusto Ferrer Dalmau que era su asignatura pendiente y que había adquirido esa misma mañana un compromiso con la Batalla de Villaviciosa, a lo que el pintor respondió lo siguiente: Es que Villaviciosa no puedo dejar de pintarla, es la carga por excelencia , lo que no sé es cómo no la he pintado aún.
Como tampoco he pintado Covadonga, y la tengo que pintar, o las Navas de Tolosa, que tengo que hacerlo también. Hay cosas que tengo que pintar y esta es un compromiso que, aquí yo lo digo públicamente, voy a pintar Villaviciosa.
Explicó García Campo detalles sobre la primera obra mostrada en imagen, la Carga del Levantamiento del Sitio de Ceuta, un hecho de armas que se produjo en 1721. Las fuerzas del Rey Muley Ismail tenían ya asediada la ciudad desde antes de la Guerra de Sucesión. En 1719 las fuerzas inglesas prestarán apoyo a este rey moro para reforzar las trincheras de aproximación al sitio. Pero Felipe V mandará las fuerzas del Marqués de Lede, 17.000 hombres y 3.000 hombres a caballo y levantarán el asiento.
Muestra el cuadro al Regimiento Montesa cargando sobre una de las baterías que asediaban la ciudad de Ceuta. Lo más llamativo del autor y de esta obra es que, ahora mismo, se puede localizar el cuadro, por Internet, en dos versiones, una con el estandarte en blanco y otra con el Estandarte carmesí. El correcto es el blanco, y el rojo era el original, que fue modificado por Ferrer Dalmau.
Al hilo de esta cuestión, García Campo preguntó al pintor lo siguiente: ¿Son frecuentes estas correcciones?, y esta fue su respuesta: La verdad es que son más frecuentes de lo que yo deseara. Cuando pintas un cuadro pintas una serie de detalles, que luego vienen los expertos, como Luis Sorando, que no se si andará por ahí, y te lo corrigen y entonces tienes que cambiarlo a última hora. Este es uno de los muchos ejemplos que me ha pasado y que vamos a ver en muchas obras.
Hay cuadros que puedo cambiarlos porque los tengo en casa y otros que tengo que pedirlos y cambiarlos.
También es verdad que los aficionados ayudan mucho a los pintores a la hora de corregir, y además lo hacen de buena fe. He conocido a muchos asesores por corregir mis cuadros y ahora colaboran conmigo. Ya no es una obra que yo pinto, sino que la pintamos todos. Este es uno de los ejemplos de correcciones sobre el terreno.
El siguiente comentario del Subteniente García Campo fue acerca de la obra mostrada a continuación, el bellísimo cuadro titulado “Santiago y Cierra España”, ambientado en la Campaña del Rosellón. Es una Carga del Regimiento “España” en 1793, una pintura que refleja fielmente el esfuerzo del oficial que carga y va a alcanzar ya la línea enemiga. La Campaña del Rosellón es una Campaña que se originó por la declaración de guerra de Francia sobre España porque las ideas ilustradoras de la Revolución Francesa no tuvieron calado aquí en España.
En un primer momento el esfuerzo inicial lo va a tener el General Ricardos, que avanzará y tomará Perpiñán y El Rosellón con estas fuerzas, pero luego se invertirá la iniciativa, que será francesa, e incluso llegará hasta la línea del Ebro. Luego les pasará lo mismo que le pasó a Ricardos, la falta de refuerzos logísticos impidió su progresión.
Se firmó la Paz de Basilea y generalizó el conflicto retornando todo a sus fronteras iniciales.
Otra pregunta formuló García Campo a Ferrer- Dalmau, que reflejamos aquí junto con su respuesta: ¿Qué es lo que más te influye a la hora de elegir un vestuario, te guías mucho por los colores, quieres causar sensaciones, quieres llamar la atención con el colorido?, Claro, en un cuadro la imagen del uniforme es fundamental, por eso me gusta pintar sobre siglos pasados, porque viajas con los colores. Por ejemplo el rojo da una vida que no da el amarillo. Me costará pintar un cuadro con uniforme amarillo, pero el rojo da fuerza, y el azul también. El tema del colorido es muy recurrente a la hora de pintar caballerías, por eso me gusta tanto pintar la caballería de los siglos XVII, XVIII y XIX, porque tienen sus colores, que ya hacen la carga, o hacen las figuras más bonitas, ya es decorativa.
Comentó luego el Subteniente García Campo la imagen mostrada de un cuadro que se guarda en la Sala Noble del Regimiento España. Es la Carga de Bailén, del único Escuadrón que estuvo en Bailén, con el General Castaños. Estaba desplegado en el extremo del ala izquierda, justo detrás de una batería de artillería y delante tenía un Regimiento de Infantería de Jaén. En el cuadro aparecen algunos Infantes de Jaén por el suelo.
Esta línea se cayó, fue arrastrada por este Regimiento de Cazadores franceses, y dos Escuadrones, uno del “España”, que entonces se llamaba “Extremadura”, y un Escuadrón de Caballería de Borbón pararon esta impulsión de Cazadores. Es un cuadro que llama la atención y que es muy instructivo para explicar lo que es la caballería, y que sirvió también en esta ocasión para que García Campo le formulara a Ferrer Dalmau la siguiente pregunta: ¿El que encarga el cuadro, manda?, porque ahora vamos a ver el mismo cuadro, pero si nos damos cuenta está representado el contacto de los Cazadores de Caballería en la zona izquierda del cuadro.
Esto fue lo que respondió el pintor: Quizás ahora mandan menos, pero sí, el que encarga el cuadro manda, y en este caso el Coronel Rodrigo quería contacto. A mí me gustaba el cuadro sin contacto, me gustaba la imagen de la lejanía, pero tuvo la genial idea de que hubiera un poco de contacto, y entonces, al final, modifiqué el cuadro y, sí, la verdad es que el cliente, el que encarga el cuadro, manda. Nosotros podemos crear un clímax, podemos improvisar, pero la imagen, lo que quiere transmitir el que encarga un cuadro es el cliente. Un buen pintor lo que tiene que hacer es saber interpretar lo que el cliente o el que encarga el cuadro quiere. Siempre ha sido así y siempre será.
He aquí otro de los comentarios de García Campo: Para mi, uno de los cuadros más importantes es La Degollá. Un cuadro que además es una trampa, que le hace la Caballería del Ejército de Extremadura, del General Cuesta, al X Regimiento de Cazadores. De repente se encuentra con un pequeño destacamento de soldados que están en Miajadas, pero porque los había puesto el Jefe de la caballería de Cuesta, Hinestrosa, de tal manera que atrajo este X Regimiento de Cazadores y lanzó su trampa, la carga de dos Regimientos; Caballería del Infante y Regimiento de Dragones de Almansa.
Este cuadro lo vamos a aprovechar para conocer la técnica de pintura de Augusto, que nos la va a contar en una serie de imágenes. Antes de ello, vamos a conocer por qué ama a la caballería y al caballo, y lo va a hacer gracias a una fotografía, que me ha permitido colgar aquí, de su abuelo, perteneciente al Regimiento de Cazadores de Alcántara, XIV de Caballería.
A este respecto Ferrer Dalmau dijo lo siguiente: Mucha gente ya sabe que yo soy de caballería, amo la caballería, pero porque me viene de familia. Mi abuelo, por parte materna, entró en Húsares de la Princesa, de joven, y siempre hemos vivido la caballería en casa, de hecho yo he montado a caballo, tenía un caballo con el mismo nombre que el que tenía mi abuelo, que se llamaba Bocada, y la caballería siempre ha sido para mi lo más bonito. La influencia viene por parte materna, mi abuelo perteneció también al Regimiento Alcántara, lo que pasa es que no coincidió con el período de la campaña, pero también estuvo aquí, en el “España”.
Explicó Dalmau que lo primero que intenta hacer es buscar los personajes principales: Me hago unos bocetos de cada figura de las que yo creo que van a salir en el cuadro. Las hago separadas porque luego, cuando ya tengo desarrollada a la persona, la traslado al lienzo, y la coloco como quiero. Esto es un poco, un ejemplo, de algunas de las figuras que pinto previamente antes de montar el cuadro. Después las muevo, las traslado a papel cebolla, o las fotocopio y las amplío, y las voy moviendo en el lienzo. A continuación paso a dibujar la figura en el lienzo con carboncillo, marcarla, que nunca sale igual a como hago el dibujo, hay muchas modificaciones sobre la marcha, pero ya tengo una idea aproximada de cómo va a ir el cuadro.
Aquí, en esta imagen, se ve ya cómo voy definiendo figuras que, aunque no son iguales que el boceto, van cogiendo el ritmo.
Como soy autodidacta, no he estudiado pintura, yo me marco mi línea y lo que hago es pintar de izquierda a derecha, cada figura, no mancho todo el lienzo, voy definiendo cada figura y voy avanzando, para no manchar lo que ya he pintado. Es una línea que yo me he hecho porque no estudié pintura del arte. Aquí lo mismo, primero pinto los fondos y luego empiezo a definir las caras de cada personaje, que es la parte que más me cuesta, porque luego el cuerpo puede ir independientemente. Pinto todas las caras de las figuras porque es lo que me marca después, quizás, la postura del soldado. Luego añado figuras en el suelo, equilibro el cuadro, busco caras, gestos, y el caballo tiene que acompañar a la expresión del jinete, para darle más fuerza. Es fundamental jugar con los sentimientos a la hora de plasmar un cuadro.
Hemos de decir, queridos lectores que nos siguen, que los ponentes cabalgaron mucho más allá en el desarrollo de la conferencia, pero nosotros hemos de desmontar y echar pie a tierra para poner fin a esta crónica, y lo hacemos felicitando al Regimiento de Caballería “España” 11 por la feliz idea de organizar el magnífico Ciclo de Conferencias “La Carga, como Acción resolutiva el Arma”, que ha alcanzado gran éxito.
Imágenes: RC “España” 11 11