▪ La droga iba oculta en el interior de dos contenedores fabricados de manera artesanal, cubiertos por dos tablas de encofrar que hacían la función de tapa para evitar detectar el habitáculo interior
▪ Dentro de dichos habitáculos se hallaron 12 fardos envueltos con plásticos que contenían numerosos paquetes compactos de hachís
▪ Se ha detenido a una persona presunta autora de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas
▪ Tras someterle a la prueba de detección de drogas indiciaria dio resultado positivo en dichas sustancias
14 de septiembre de 2018. A las 12.20 horas del día de ayer, agentes pertenecientes al Destacamento de Tráfico de Calatayud observaron un vehículo ligero, destinado al transporte de mercancías, circulando por el km 237 de la A2, sentido Zaragoza, y que mostraba indicios de sobrepasar notablemente la masa máxima autorizada.
Los agentes indicaron al conductor que les acompañase hasta la báscula municipal de Calatayud para proceder al pesaje de la mercancía y una vez allí se verificó que el peso excedía en más de 600 kg de la masa máxima autorizada. Una vez descargada una pequeña parte de los efectos que portaba (útiles de obra), el conductor se mostró reacio a mover unos tablones de madera para encofrar, por lo que la Guardia Civil realizó una minuciosa inspección de resto de la mercancía y verificó que bajo dichos tablones, que hacían las labores de “tapa”, se hallaba una cavidad oculta en cuyo interior había un total de 12 fardos realizados con embalajes de plástico, idénticos a los utilizados habitualmente para transportar sustancias estupefacientes.
Tras la apertura de los fardos los agentes comprobaron que se trataba de hachís, por lo que tras detener al conductor del vehículo por un presunto delito contra la salud pública por tráfico de drogas, comunicaron este hecho al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil de Zaragoza para que se trasladase a Calatayud.
El detenido y el vehículo fueron llevados a dependencias oficiales de la Guardia Civil, donde los especialistas de EDOA comprobaron uno a uno los fardos hallados en los contenedores. Todos ellos, que estaban rotulados con inscripciones de nomenclatura alfanumérica, contenían numerosos paquetes compactos de hachís. Sustancia que arrojó un peso total de 379,50 kilogramos y cuya valoración en el mercado ilícito asciende a más de 600.000 euros.
Los contenedores donde se encontraba la droga habían sido elaborados artesanalmente y cubiertos por tablas de madera de encofrar con la finalidad de ser difícilmente detectables por las fuerzas de seguridad, ya que a simple vista parecía material de obra y no un mero contenedor.
Al detenido, un varón de 33 años, con domicilio en la provincia de Sevilla, se le imputa un presunto delito contra la salud pública por tráfico de drogas. Además los agentes de la Agrupación de Tráfico lo denunciaron por cometer dos infracciones a la Ley de Transportes y otra a la Ley de Seguridad Vial, ya que al someterle a las pruebas de detección de drogas indiciarias dio resultado positivo en droga.
Para cualquier duda o aclaración en relación con el contenido de la presente nota, deben dirigirse a la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil en Zaragoza, teléfono 696 95 77 82.