Con toda la brillantez y solemnidad que puede reunir una ceremonia castrense, celebró la Academia General Militar de Zaragoza, el pasado 20 de febrero de 2018, su CXXXVI Aniversario.
El acto central tuvo lugar en el Patio de Armas de este prestigioso centro militar de estudios superiores, presidido por el Jefe del Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de Tierra, Teniente General, José Carrasco Gabaldón.
Asistieron numerosas autoridades militares, así como los jefes de las Unidades que forman la guarnición de la plaza, y también buen número autoridades civiles, como el Justicia de Aragón y una nutrida representación de autoridades del Poder Judicial y del Ministerio Fiscal de diversas Comunidades Autónomas.
Los Reales Tercios de España estuvieron representados por Manuel Grao Rivas, Jefe de Relaciones Institucionales del V Tercio «General Aranda».
A las 11.30 horas y a los acordes del Himno nacional, la Bandera de la Academia General Militar se incorporó a formación. La confección de la Bandera de la AGM se realizó por encargo de la Reina María Cristina de Habsburgo, viuda del Rey Alfonso XII, y fue bordada por artistas españoles de la época.
La entrega se realizó el 17 de julio de 1886, en el Alcázar de Toledo, sede de la Academia en su Primera Época. Desde entonces más de 23000 oficiales han besado su paño, sellando de esta manera su compromiso con España. Conserva su Escudo original por tener consideración de Bandera Histórica.
En lo que fue una espléndida Parada Militar, ante nosotros formaban las siguientes Unidades:
Escuadra de Gastadores; Unidad de Música de la Academia General Militar; Plana Mayor de la Agrupación de Cadetes;Tres Compañías de Caballeros Cadetes escoltando a la Bandera; Dos Compañías de Caballeros Alféreces Cadetes de 3o Curso; Tres Compañías de Caballeros Cadetes de 1o Curso; Dos Compañías de Caballeros Alféreces Cadetes de 4o Curso A su llegada al Patio de Armas, el jefe del Mando de Adiestramiento y Doctrina, TG. José Carrasco Gabaldón, fue recibido con los honores de ordenanza. Seguidamente, a los acordes de la Marcha «Relevo en Palacio», revistó la formación, saludó luego a todos los presentes y pasó a ocupar la presidencia del acto.
El R.V. Miguel Ángel Melguizo, capellán castrense de la Academia General Militar, realizó la invocación a los Santos Patronos, una secuencia que por su belleza reflejamos aquí íntegramente.
«Fieles a la gloriosa tradición que tienen nuestros ejércitos de venerar a sus Santos Patronos y conscientes de que estos patronazgos están históricamente vinculados a la heroica historia de las Armas y Cuerpos del Ejército, hoy en la conmemoración del aniversario de la fundación de la Academia General Militar , y desde el respeto a las creencias que cada uno tenga, queremos invocarles como patronos y pedirles su protección«.
«Que la Inmaculada Virgen María, Patrona del Arma de Infantería; Santiago Apóstol, Patrón del Arma de Caballería; Santa Bárbara, Patrona del Arma de Artillería; San Fernando, Patrón del Arma de Ingenieros; Santa Teresa de Jesús, Patrona del Arma de Intendencia; San Juan Bosco, Patrón del Cuerpo de Especialistas; Santa Cecilia, Patrona de la Música Militar; la Virgen del Perpetuo Socorro, Patrona de la Sanidad Militar; la Virgen del Buen Consejo, Patrona de la Intervención Militar, nos ayuden a cumplir fielmente con nuestro deber de servicio a España, a ser ejemplo de generosidad y modelo de entrega, a comprender que solo sirviendo a los demás se consigue la verdadera alegría de vivir. Que orienten e iluminen nuestro trabajo en la docencia y en la formación de los futuros oficiales del Ejército y de la Guardia Civil«.
«Todas estas plegarias las elevamos al cielo poniendo por intercesora a la Santísima Virgen del Pilar, Madre de España, Patrona de la Guardia Civil y de esta tierra que nos acoge. Amén«.
A continuación se dio lectura de los Reales Decretos de creación y reapertura de la Academia General Militar. Para ello, cadetes ataviados con uniformes de las tres épocas marcharon al centro del patio para dar lectura de los diferentes decretos fundacionales.
Además, y en conmemoración del papel desempeñado por los colegios militares como antecedente histórico de la creación de la Academia, cuatro alumnos vestidos con uniformes de ese período, formados al lado del monolito, simbolizaron la etapa de los colegios generales del siglo XIX.
En referencia a su pasado más reciente recordaremos los siguientes datos: En 1942 arrancó nuevamente la andadura de la General iniciándose la Tercera Época bajo la dirección del General Francisco Hidalgo de Cisneros y Manso de Zúñiga, siendo Jefe de Estudios el Coronel Francisco Blasco de Narro, con la finalidad de lograr la unidad de procedencia, el cultivo de valores militares y el compañerismo, y alcanzar los más altos destinos de la gran colectividad militar. De esta época, el antiguo alumno de Caballería Gustavo Urrutia Gracia fue el primero que alcanzó el generalato, y el teniente Ricardo Muñoz Castellanos el primer militar español muerto en acto de servicio en una misión internacional de paz. Durante esta época cursó estudios, desde 1955 a 1957, el entonces Príncipe Don Juan Carlos de Borbón, como componente de la XIV Promoción. Posteriormente, durante el curso 1985-1986, su hijo, entonces heredero de la Corona y actual Rey Felipe VI, cursó su primer período de formación militar. Más de 20000 oficiales se han formado en la Academia durante esta Tercera Época, pasando por sus aulas un total de 37 promociones.
Siguiendo con el desarrollo del acto, se procedió seguidamente a la imposición de condecoraciones a personal de la Academia General Militar y del Centro Universitario de la Defensa concedidas por diversas órdenes publicadas en el Boletín Oficial de Defensa. Se entregaron las siguientes:
PLACA DE LA REAL Y MILITAR ORDEN DE SAN HERMENEGILDO, (6)
ENCOMIENDA DE LA REAL Y MILITAR ORDEN DE SAN HERMENEGILDO, (8)
CRUZ DE LA REAl Y MILITAR ORDEN DE SAN HERMENEGILDO, (7)
CRUZ AL MÉRITO MILITAR CON DISTINTIVO BLANCO, (19). Personal civil, (3)
CRUZ DE PLATA A LA CONSTANCIA, (1)
CRUZ DE BRONCE A LA CONSTANCIA, (9)
A continuación se dio lectura a la orden de 20 de febrero de 2018, que en su artículo único, dice:
Felicitación al Coronel Jefe de Estudios. En el acto central de la conmemoración de nuestro aniversario, y estando próximo su cese en el cargo, me es muy grato felicitar públicamente, al coronel Enrique Gaitán Monje, Jefe de Estudios, Subdirector de dicho centro durante los últimos tres años, por su entrega sin límites en el cumplimiento de las atribuciones propias de su puesto, su dedicación continua al exacto cumplimiento, programación y coordinación de las numerosas actividades docentes desarrolladas por su departamento, el impulso y liderazgo de numerosas innovaciones educativas llevadas a cabo en esta Academia en los últimos tres años.
Seguidamente y en virtud de las relaciones bilaterales en materia de formación de oficiales, mantenidas entre los ejércitos de ambos países, el agregado de Defensa, militar, naval y aéreo de Colombia ante el Reino de España, Coronel Saúl Rojas Huerta, hizo entrega de la Medalla Militar de la Escuela Militar de Cadetes de las Fuerzas Armadas de Colombia al General Director de la Academia General Militar, Luis Lanchares Dávila.
A continuación se procedió a la entrega de nombramientos de alférez a cinco alumnos de tercer curso que realizaron el primer cuatrimestre del curso 2017 en la Academia Militar de los Estados Unidos de West Point y que no pudieron estar presentes en el Acto de Entrega de Nombramientos de Alférez, celebrado el pasado 7 de octubre.
Después, se hizo entrega del Premio «Teniente García Cabrelles», instituido para reconocer el esfuerzo, la capacidad de sufrimiento, la cohesión y el liderazgo.
Ha sido ganado en esta ocasión por la 111 Sección del primer Batallón , en la competición militar desarrollada entre las Secciones de la Agrupación de Cadetes, el pasado 17 de febrero.
Hizo entrega del premio el General Director de la AGM.
Este premio toma el nombre del teniente Vicente García Cabrelles, primer muerto de la AGM, en su Primera Época, fallecido el 28 de octubre de1893 en la línea de defensa de la ciudad de Melilla.
La siguiente secuencia del acto fue la entrega del premio «Vázquez Landa», Coronel y primer Jefe de Estudios de la Academia General Militar en su Primera Época, Toledo 1882. Se le considera el alma y auténtico instigador de la General, sentimiento cohesionador de compañerismo y unidad de procedencia forjado a través de la estrecha convivencia de todos los alumnos sometidos a un duro régimen de vida y a una esmerada formación moral. Este premio se instituyó para reconocer la memoria del primer Jefe de Estudios y recompensar la labor que realizan los profesores de la Academia General Militar y del Centro Universitario de la Defensa.
En esta edición se concedió el «Premio Vazquez Landa al Espíritu de la General«, al Teniente Coronel Luis Dendariena Ortíz de Zárate, Secretario de Instrucción de la Jefatura de Estudios, por su dedicación al servicio de la formación de los cadetes de la AGM.
Actualmente como responsable del planeamiento, control y coordinación de las actividades de instrucción y adiestramiento, es elemento fundamental para que los Batallones de Cadetes alcancen los objetivos de adiestramiento en los diferentes planes de estudios.
Igualmente se concedió el Premio Vázquez Landa a la profesora del Centro Universitario de la Defensa, Beatriz Rodríguez Soria, Doctora Ingeniera Industrial y especialista en edificación e instalaciones. Es fiel exponente del Decálogo del Profesor y de ejemplaridad en la labor docente.Ha liderado tras su permanente ejercicio de la docencia, diferentes estudios sobre la eficiencia energética en las instalaciones de la AGM, y en los ordenadores de nuestras Fuerzas Armadas desplegadas en zonas de operaciones.
A continuación tuvo lugar el nombramiento de Caballero Cadete Honorífico a Fernando Beltrán Blazquez, Secretario General Técnico de la Consejería de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno de Aragón.
Con el nombramiento de Caballero Honorífico se pretende reconocer a aquellas personalidades civiles que se significan por su afecto, cooperación y apoyo a la Academia General Militar, siendo una iniciativa que tienen lugar en este centro desde 1990.
Fernando Beltrán Blazquez fue profesor titular de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza, impartiendo clases de Electrónica a los cadetes de segundo curso, en el plan de estudios de 1992, en el marco de colaboración entre la Universidad de Zaragoza y la Academia General Militar. Por su dedicación y entrega, además de impartir los conocimientos de la materia a los alumnos, supo transmitirles valores morales como la abnegación y el espíritu de compañerismo.
Desde su puesto actual en el Gobierno de Aragón ha contribuído de manera decisiva a que la Academia General Militar haya logrado el acceso a la red de academias de investigación de España, REBIUM, convirtiéndose en unidad y centro para el proyecto del Ministerio de Defensa de su nueva red académica de investigación.
Seguidamente el General Director de la AGM, Luis Lanchares Dávila, pronunció una alocución de la que les ofrecemos a ustedes, queridos lectores que nos siguen, el siguiente resumen:
Se remitió a la creación de la Academia General Militar, el 20 de febrero de 1882, que supuso un hito pues a partir de ese momento la formación de los Oficiales del Ejército se llevó a cabo de acuerdo con un modelo que el tiempo ha demostrado fue el idóneo.
Señaló que en la actualidad los cadetes, la razón de ser de la academia, nos muestran con su vocación e ilusión su disposición a superar con éxito las exigencias del plan de estudios vigente.
Resaltó igualmente que gracias al compromiso del Ejército de Tierra y a la preparación, entrega y desvelos de los profesores de la Academia General, de las Academias Especiales y del Centro Universitario de la Defensa, el Ejército está recibiendo los que, sin duda, son los mejores tenientes. Tenientes que a la finalización de sus estudios serán líderes dotados de una capacidad de decisión, mando y liderazgo orientadas al combate tal que les permitirá ejercer un mando eficaz de sus unidades en cualquier operación y en el escenario más exigente.
Tuvo después el General Lanchares un largo capítulo de reconocimientos hacia quienes habían sido distinguidos y se dirigió después a los cadetes con estas palabras:
«La complejidad de las operaciones en que habréis de participar, en un entorno operativo incierto, ambiguo, confuso y cambiante, supondrá enfrentaros a una amplia gama de desafíos y requerirá que tengáis flexibilidad, libertad de acción, iniciativa y versatilidad para así poder adaptaros con facilidad y rapìdez a cualquier situación. Un entorno en el que además cobrará especial relevancia el factor humano, y unido a éste la cuidada instrucción y motivación de vuestros soldados y el esmerado adiestramiento de vuestras secciones«.
«No tengáis la menor duda, estáis recibiendo la más completa y mejor preparación, la que os dotará de las capacidades precisas para ejercer un mando eficaz en cualquier operación y en el más demandante de los escenarios; la que asegurará, consecuencia de la formación en valores recibida, que tendréis un recto proceder en las más difíciles circunstancias; la que os llevará a ser ejemplares en el día a día, para con iniciativa, ilusión y entrega sin reservas asumir riesgos calculados y aprovechar las oportunidades y así superar cuantos obstáculos encontréis en el cumplimiento de vuestra misión, sin importar lo grandes que estos puedan ser«.
Se dirigió después a la autoridad que presidía el acto para decir lo siguiente, Mi General: «Orgullosa de su pasado, exigente en el cumplimiento de sus presentes cometidos, y comprometida con el futuro, la General continuará por la senda trazada por nuestros predecesores, la del rigor en el trabajo, la constante búsqueda de la excelencia, la aspiración permanente a dar a España los mejores oficiales«.
Finalmente se dirigió de nuevo a los cadetes para decirles esto:
«Cadetes de la Academia General Militar, como muestra de vuestro compromiso de plena entrega al servicio de España y del inquebrantable vínculo existente entre quienes han servido, sirven y servirán en la General, os pido que unáis vuestras voces para gritar conmigo«,
¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA EL REY! ¡VIVA LA ACADEMIA GENERAL MILITAR!
A continuación tuvo lugar el Acto de Homenaje a los soldados de todos los tiempos, encuadrados en los ejércitos de España, que un día lucharon con valor, sirvieron con lealtad y murieron con honor.
Se recitó el bello soneto «A los Mártires de la Tradición«, obra del compositor Castellano Martín Garrido Hernando, cuya versión original fue publicada por primera vez el 10 de marzo de 1940 en el diario burgalés «El Castellano».
Lo demandó el honor y obedecieron,
lo requirió el deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron
con su esfuerzo la Patria engrandecieron.
Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso como valientes lucharon,
y como héroes murieron.
Por la Patria morir fue su destino,
querer a España su pasión eterna,
servir en los Ejércitos su vocación y sino.
No quisieron servir a otra Bandera,
no quisieron andar otro camino
no supieron vivir de otra manera.
Guiones, banderines y porta-coronas avanzaron a paso lento hacia el monolito que recuerda a los que, en paz o en guerra, dieron su vida por España, mientras simultáneamente se cantaba la parte central de la oración cristiana «la muerte no es el final», obra del sacerdote español Cesáreo Gabaráin Azurmendi, elegida en 1981 como Himno para honrar a los caídos de las Fuerzas Armadas Españolas.
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Cuando la pena nos alcanza
por un hermano perdido
cuando el adiós dolorido
busca en la Fé su esperanza.
En Tu palabra confiamos
[/one_half] [one_half_last]con la certeza que Tú
Ya le has devuelto a la vida
ya le has llevado a la luz
Ya le has devuelto a vida
ya le has llevado a la luz
[/one_half_last]
A los pies del monolito se depositó una corona de laurel, y el R.V. Miguel Ángel Melguizo rezó la siguiente oración:
«Que el Señor de la vida y la esperanza, fuente de salvación y paz eterna, les otorgue la vida que no acaba, en feliz recompensa por su entrega. Que así sea.
En medio de un profundo y respetuoso silencio escuchamos el toque de oración y llegados al punto ejecutivo saludamos con respeto y admiración a quienes dieron su vida por España. Coincidiendo con su último acorde se disparó una Salva de Honor de fusilería.
A continuación se cantó el Himno de la Academia General Militar y seguidamente se recitó el Artículo Primero del Decálogo del Cadete, que dice así:
«Tener un gran amor a la Patria y fidelidad al Rey, exteriorizado en todos los actos de su vida«.
El Decálogo del Cadete está compuesto por diez artículos, siendo su finalidad que los nuevos cadetes se graben desde el primer momento, las virtudes militares fundamentales sobre las que siempre se ha asentado el espíritu profesional del alumno que empieza la vida miliatr, y que a modo de juramento hipocrático debe marcar su forma de proceder a lo largo de su vida militar.
Posteriormente las Unidades en formación abandonaron el Patio de Armas y se dirigieron a ocupar sus posiciones para el posterior desfile.
Momentos más tarde, dichas Unidades desfilaron por la Avenida del Ejército, pasando con gran marcialidad, en orden cerrado, frente a la tribuna de autoridades e invitados.
Concluido el desfile, el TG. José Carrasco Gabaldón saludó a los jefes de las Unidades participantes y se despidió de todos los presentes, dando por finalizado el acto militar.
Nosotros también ponemos fin a la crónica y, desde estas sencillas líneas de los Reales Tercios de España, felicitamos a la Academia General Militar, en la persona de su General Director, GB. Luis Lanchares Dávila, por la impecable organización del acto, que revistió gran brillantez y solemnidad, y expresamos nuestro agradecimiento al personal de la Oficina de Comunicación de la AGM por todas las facilidades que nos ha dado para la confección del presente trabajo
informativo.
¡ENHORABUENA MI GENERAL!