La Delegación en Aragón-La Rioja de la Asociación de Militares y Guardias Civiles con Discapacidad, ACIME, celebró el pasado 28 de septiembre de 2017, con varios actos, la festividad de San Rafael, Patrón de los Mutilados Militares.
Dieron comienzo en la capital aragonesa a las 12.30 horas con la celebración de la Santa Misa, en la iglesia de San Fernando, oficiada por el R.V. Ángel Briz Fernández, capellán castrense con consideración de capitán, del Acuartelamiento que lleva el mismo nombre.
Asistieron el Delegado de Defensa en Aragón, coronel DEM, Félix Allo Flores, el coronel jefe del Acuartelamiento San Fernando, José Aparicio Azcárraga, y representaciones de las siguientes asociaciones y hermandades vinculadas con las Fuerzas Armadas: Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, Reales Tercios de España, Hermandad Provincial de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza, Asociación de Soldados Veteranos de Montaña, Unión Nacional de Milicias Universitarias, Agrupación Renovados Tercios Españoles, y Asociación de Ex Alumnos de los Colegios de la Guardia Civil.
Nos vamos a extender en el relato de la Santa Misa, por cuanto es la parte más solemne de éste y otros actos, circunstancia que a veces se olvida.
Se dio lectura de la profecía de Daniel, que nos dice: «Vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como la nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono llamas de fuego; sus ruedas llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo del hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin«.
Al hermoso Salmo 137, respondimos: «Delante de los ángeles tañeré para tí, Señor«.
La segunda lectura fue del Apocalipsis: «Hubo un combate en el cielo, Miguel y sus ángeles combatieron contra el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos. Y fueron arrojados, el gran Dragón, la serpiente antigua, y el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.
Del santo evangelio, según San Juán, se dio lectura del siguiente pasaje: En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?». Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿ Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees?. Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre«.
En la homilía, el R.V. recordó que celebrábamos con este sacrificio la solemnidad de San Rafael, Patrón del antiguo Cuerpo de Mutilados del Ejército, de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil. Hizo referencia a la iglesia de San Sebastián, en Madrid, una de las parroquias primitivas, antiguas, de las que tiene constancia el arzobispado castrense, donde estaban los que habían luchado valerosamente a favor de España y habían quedado heridos. Aquellos a quienes la Patria no olvidaba y se cuidaba de ellos porque era su obligación moral, a quienes se rinde tributo y homenaje por estar dispuestos a ofrecer su vida por ella, algo que muchas veces se olvida. Eligieron como Patrón a San Rafael, medicina de Dios.
Pidió el R.V. Briz Fernández que la Virgen María, ella que es inmaculada y Patrona de España, que siempre tiene los brazos abiertos a todos, ella que es el perpetuo socorro en el Hospital Militar, que nos cubra con su manto, que nos proteja siempre para que vivamos esta vida con alegría y con gozo, por siempre y en cada instante sirviendo a los demás.
La Santa Misa estuvo magníficamente acompañada por las interpretaciones del Grupo de Cámara compuesto por Enriqueta Arruego (soprano), Eduardo Fernández (Tenor), y Sergio Polivka ( pianista), que nos ofrecieron a lo largo de la eucaristía las siguientes composiciones de carácter religioso: Ave María (Michal Lorenc), Panis Angelicus (César Franck), Lascia ch´io pianga ( Haendel). Igualmente nos deleitaron con la interpretación del Himno de España, lo cual les agradecemos especialmente. Sin duda, el buen hacer del R.V. Ángel Briz Fernández, y el virtuosismo de este grupo de cámara, hicieron que se elevaran el alma y espíritu de todos nosotros.
Después del oficio religioso asistimos a un sencillo pero emotivo acto, en las dependencias que ACIME tiene asignadas en el edificio USAC del Acuartelamiento San Fernando.
Se inició con unas breves palabras de la Delegada en Aragón-La Rioja, Silvia Marín Ballarín, en las que agradeció la asistencia del Delegado de Defensa en Aragón, para presidir la ceremonia de imposición de la Medalla ACIME.
Hizo luego el siguiente considerando: A propuesta de la Junta Regional de Aragón-La Rioja, aprobada en anterior reunión del mes de mayo, y ratificada unánimamente en Asamblea Nacional por todos los delegados, se concede la Medalla ACIME a Dña. Rosario Sánchez-Vizcaíno Cantalejo, Dama de Sanidad Militar, por los méritos contraídos durante el último año.
La medalla le fue entregada por el coronel Félis Allo que, a continuación, y dirigido principalmente a Rosario Sánchez, pero también a los demás, dijo lo siguiente: «Como decimos en las Unidades Militares, el tener un reconocimiento es una satisfacción para quien lo recibe, pero también es un motivo de orgullo para la Unidad a la que pertenece y un estímulo para sus compañeros. En vuestro caso es un estímulo para continuar con el importante trabajo que hacéis en la asociación desde el corto período de tiempo que lleváis aquí«.
Visiblemente emocionada, Rosario Sánchez, que ostenta el cargo de Secretaria de ACIME Aragón-La Rioja, pronunció unas palabras en las que expresó su agradecimiento por la importante distinción recibida y puso de relieve la gran labor que todavía queda por hacer, con la colaboración de todos.
Posteriormente asistimos a una comida de hermandad en las instalaciones de la Residencia Castillejos, del propio Acuartelamiento San Fernando.
En los preámbulos de la misma, el coronel Félix Allo quiso dar las gracias a por su invitación para asistir a los actos, que le permitían estar y disfrutar junto a los veteranos. A continuación tuvo palabras de recuerdo para los miembros de ACIME, para los veteranos de todas las asociaciones y hermandades, así como para todos los veteranos de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado, e igualmente para todos los soldados que están de misión fuera de España.
Realizó a continuación el siguiente brindis: «Con la mente puesta en la Unidad de España, quiero brindar hoy por quien es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas, ¡POR EL REY!
Seguidamente, Silvia Marín tomó la palabra para manifestar su agradecimiento a todos los presentes, más numerosos y de mayor diversidad que el año pasado, a la vez que expresó el deseo de que su número siga creciendo en años sucesivos. Aprovechó la ocasión para anunciarnos que, por espacio de un año, estará ausente de sus funciones en ACIME, por un buen motivo, ya que se halla en estado de buena esperanza. Informó que durante ese tiempo estará al frente de la Delegación la recién condecorada Rosario Sánchez que, a su vez, intervino brevemente para decir que recogía el testigo con la voluntad de hacer lo posible para llegar al alto nivel que deja Silvia Marín, en la Delegación de ACIME Aragón-La Rioja, que tiene abiertas sus puertas para todos.
Finalizaron así los actos y finalizamos nosotros esta crónica felicitando a los organizadores de los mismos por su brillante desarrollo.