El pasado día 11 de julio de 2017, la Academia General Militar de Zaragoza se vistió de gala una vez más para celebrar la ceremonia de entrega de Reales Despachos a los alumnos que finalizan sus estudios y acceden a las escalas de oficiales del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil.
El acto estuvo presidido por la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que llegó a Zaragoza procedente de Madrid, a bordo de un avión Falcon 900 y posteriormente se trasladó en coche a la Academia General Militar, donde fue recibida por el Jefe de Estado Mayor del Ejército, GE. Francisco Javier Varela Salas, y por el director de la academia, GB. Luis Lanchares Dávila.
Asistieron al acto, entre otras, las siguientes autoridades nacionales: Secretario de Estado Director del CNI, Félix Sanz Roldán, teniente general Jefe del MADOC, José Carrasco Gabaldón, Subsecretario de Defensa, Arturo Romani Sancho, Director General de la Guardia Civil, José Manuel Holgado Merino, y el director del Gabinete Técnico de la Subsecretaría de Defensa, contraalmirante Antonio Cordero Aparicio.
Las autoridades autonómicas que asistieron, entre otras, fueron las siguientes: Delegado del Gobierno de España en Aragóm, Gustavo Alcalde Sánchez, Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, Vicepresidente 1º de las Cortes Autonómicas, Florencio García Madrigal, Consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Manuel Bellido Aspas, y Fiscal Superior de Aragón, José María Rivera Hernández.
A los acordes del Himno nacional, la Bandera de la Academia General Militar se incorporó a Formación.
La confección de la Bandera de la Academia General Militar se realizó por encargo de la Reina Regente, María Cristina de Absburgo, viuda del Rey Alfonso XII, y fue bordada por artistas españoles de la época. La entrega se realizó el 17 de julio de 1886 en el histórico Alcázar de Toledo. Desde entonces, más de 23.000 oficiales han besado su paño, sellando de esta manera su compromiso con España. Conserva su Escudo original por tener consideración de Bandera Histórica.
A las 11.30 horas, la ministra de Defensa hizo su entrada en el Patio de Armas de la AGM acompañada del jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, del TG. Jefe del MADOC, y del director de la Academia General Militar.
María Dolores de Cospedal recibió los honores de ordenanza y seguidamente, a los acordes de la tradicional Marcha «El Abanico», pasó revista a la Formación, al mando del coronel subdirector y jefe de estudios de la AGM, Enrique Gaitán Monje, integrada por las siguientes Unidades de alumnos:
Unidad de Música de la Academia General Militar
Plana Mayor de la Agrupación de Cadetes
Tres Batallones de alumnos, encuadrando: Cuatro Compañías de Caballeros y Damas Cadetes de Primer Curso
Tres Compañías de Caballeros y Damas Cadetes de Segundo Curso
Dos Compañías de Caballeros y Damas Cadetes de Tercer Curso
Dos Compañías de Caballeros y Damas Cadetes de Cuarto Curso
Cinco Compañías que agrupan a los oficiales que recibían los Reales Despachos
A su paso por la Bandera, la ministra de defensa saludó a la Enseña nacional y, una vez revistada la Formación, María Dolores de Cospedal fue cumplimentada por las autoridades formadas en la primera línea de saludo.
El Vicario General Castrense, Pablo Ramón Panadero, rezó esta bellísima oración de gracias:
«Dios Todopoderoso, infunde en nuestros corazones el ansia de vivir, aleja el egoísmo, sacude la indiferencia, destruye la pereza, elimina el pesimismo, aleja de nosotros el cansancio, enséñanos a querer con tenacidad y tranquilidad, a obedecer con prontitud y nobleza, a mandar cuando se debe y como se debe«.
«Descúbrenos en la visión de nuestros males y de los males de nuestro tiempo convirtiéndonos en estímulo de superación para agradarte con nuestras acciones y deseos de servirte más y mejor. Danos, por intersección de nuestra Madre, la Virgen Santísima, prosperidad a nuestros trabajos, bendiciones a nuestras familias y afán de construir un mundo en paz, progreso y tolerancia«.
«Concédenos finalmente amar a España, servirla con dedicación y admirado esfuerzo hasta el último suspiro de nuestras vidas, sabiendo que en la entrega generosa hallaremos la recompensa y el gozo de la eternidad. Amén«.
Al finalizar esta emotiva ceremonia se retiró el altar y la Virgen del Pilar.
A continuación se dio inicio al acto de entrega de Reales Despachos, con la lectura del siguiente considerando:
Por haber superado con aprovechamiento el plan de estudios reglamentarios, por diferentes órdenes y resoluciones, son promovidos al empleo de teniente o alférez, los Caballeros y Damas Cadetes del Cuerpo General del Ejército de Tierra, Intendencia, Ingenieros Politécnicos y Guardia Civil.
A continuación una relación que comienza con el teniente Rodrigo Pardo de Santayana Jenaro, seguido de 391 más, que recibirán el Real Despacho.
En atención a los méritos y circunstancias que concurren en el personal del Ejército de Tierra y Guardia Civil, a continuación relacionado, y por haber finalizado sus estudios con el número 1 de su Cuerpo y Escala se les concede, con carácter extraordinario, la Cruz del Mérito Militar, y de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, con distintivo blanco a:
CUERPO GENERAL DEL EJÉRCITO DE TIERRA, ESCALA DE OFICIALES
Teniente, Rodrigo Pardo de Santayana Jenaro, (Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco)
Teniente, Álvaro Ojeda Soler, (Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco)
Teniente, Ricardo Gascón Blasco, (Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco)
Teniente, Manuel Camacho Albiñana, (Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco)
CUERPO DE INTENDENCIA
Teniente, Pedro Manuel Bazago Batista, (Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco)
GUARDIA CIVIL, ESCALA SUPERIOR DE OFICIALES
Teniente, Juan Antonio García Pagán, (Cruz de la Orden de la Guarcia Civil con distintivo blanco)
GUARDIA CIVIL, ESCALA DE OFICIALES
Alférez, Juan Carlos Fernández Pazos, (Cruz de la Orden de la Guardia Civil con distintivo blanco)
Estos siete oficiales recibieron sus Reales Despachos de manos de la ministra de Defensa.
Seguidamente las 27 primeras autoridades, militares y civiles, presentes en el acto, hicieron entrega del resto de Reales Despachos, hasta completar 392, distribuidos de la siguiente manera: 245 del Ejército de Tierra, (tenientes), y 147 de la Guardia Civil, (67 tenientes y 80 alféreces).
Seguidamente el general director de la Academia
General Militar, GB. Luis Lanchares Dávila, pronunció una alocución, y este es el resumen que de ella les ofrecemos a ustedes, queridos lectores que nos siguen:
«Un año más la General sigue fiel al espíritu que animó su creación, educar, instruir y preparar moralmente a los futuros oficiales, a fin de darles el espíritu, compañerismo, temple de alma, dignidad y austeridad que exige la profesión de las Armas. Y así, entrega a España una nueva promoción de tenientes. Unos oficiales que tras una rigurosa preparación y haber recorrido un arduo camino egresan de la General con el convencimiento de que han adquirido la preparación precisa para el ejercicio de las armas, están unidos de forma indisoluble y ya para siempre por los lazos de compañerismo forjados al amparo de la Academia General Militar, y lo que es más importante, con su vocación de servicio a España fortalecida«.
«Llegar a este día ha sido posible gracias a la incansable dedicación y entrega de los ya tenientes que sin desmayo han superado unos muy exigentes planes de estudios. Pero es de justicia reconocer que en este camino han estado acompañados por los profesores de la Academia General Militar, del Centro Universitario de la Defensa, de las Academias Especiales y Escuela Politécnica del Ejército y de la Academia de Oficiales de la Guardia Civil, todos ellos centros docentes que con su entrega y dedicación constante, y animados por el objetivo de dar a España los mejores oficiales, se han implicado de forma decidida en el proceso formativo, creando las condiciones adecuadas para el aprendizaje de nuestros cadetes, fomentando su interés, animándoles al estudio, en definitiva alimentando su curiosidad por seguir aprendiendo«.
«Igualmente es preciso reconocer el extraordinario papel desempeñado por todo el personal restante de los centros docentes anteriormente mencionados que desde su puesto realizan una labor imprescindible para el correcto desarrollo de la acción docente«.
Se dirigió luego el general Lanchares a los nuevos egresados para decirles lo siguiente:
«Tras intensas jornadas de estudio, largas noches en vela, duras maniobras militares, y sacrificio, mucho sacrificio, habéis por fin alcanzado vuestra meta, cumplido vuestro sueño, ser tenientes del Ejército y de la Guardia Civil.
Ahora os enfrentáis a un nuevo reto, servir a España con pasión y entrega, sin desmayo, animados por el convencimiento de que tenéis unas muy elevadas competencias profesionales. Competencias que están sustentadas en unos valores morales que se sintetizan, tal y como dicen nuestras RR.OO., en fomentar y exigir el exacto cumplimiento del deber, inspirado en el amor a España, y en el honor, la disciplina y el valor«.
«Estáis, sin duda alguna, listos para iniciar vuestra andadura en las Unidades, pero permitidme que, antes de abandonar este patio, en el que tantas veces habéis formado, os dé unas últimas recomendaciones:
«Servid a España sin reservas, y siempre de acuerdo con los valores que distinguen a un soldado, las recogidas en las RR.OO. y en el Decálogo del Cadete«.
«Sed constantes en el cumplimiento de vuestro deber, única forma de manteneros siempre firmes en el compromiso adquirido«.
«Sed ejemplares en el ejercicio de vuestro mando, así conseguiréis la motivación, apoyo y cooperación de vuestros soldados«.
«Ejerced vuestra autoridad con firmeza, justicia y equidad, evitando toda arbitrariedad y promoviendo en vuestra Unidad un ambiente de responsabilidad, íntima satisfacción y mutuo respeto y lealtad«.
«Mantened siempre la ilusión, debe ser el motor de vuestro quehacer diario«.
«No contentaros en ningún caso con tan solo hacer lo preciso de vuestro deber«.
«Tened siempre presente que, Armas y Cuerpos funden nuestro emblema, lo que nos proporciona la cohesión y unidad de doctrina precisas para contibuir, desde el combate interarmas, a la acción conjunta».
«Y continuad alimentando siempre los vínculos de vuestra Promoción y el Compañerismo que habéis sabido cultivar durante vuestro paso por la General».
Después el general Lanchares se dirigió a la ministra de Defensa con estas palabras:
«Ministra: Los oficiales que hoy han recibido los Reales Despachos gozan de una muy elevada competencia profesional, acreditan las virtudes necesarias para servir a España, con lealtad a la Corona, disciplina, valor, prontitud en la obediencia y exactitud en el servicio, y están preparados para ejercer su profesión con dedicación, y espíritu de sacrificio, y como muestra de su compromiso de servicio a España y del inquebrantable vínculo existente entre quienes han servido, sirven y servirán en la General, unen sus voces a los cadetes para, todos juntos, gritar conmigo:«
¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA EL REY! ¡VIVA LA ACADEMIA GENERAL MILITAR!
A continuación tuvo lugar el homenaje a los soldados de todos los tiempos, encuadrados en los ejércitos de España, que un día lucharon con valor, sirvieron con lealtad y murieron con honor. En este día la Academia General Militar quiso recordar especialmente al Caballero Alférez Cadete del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos Adrián Quijada Alcón, fallecido el 24 de enero de este año mientras cursaba sus estudios en la Escuela de Ingenieros Politécnicos.
Se dio lectura al soneto con la plegaria del homenaje a los que dieron su vida por España:
Lo demandó el honor y obedecieron,
lo requirió el deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron
con su esfuerzo la Patria engrandecieron.
Fueron grandes y fuertes
porque fueron fieles al juramento que empeñaron.
Por eso como valientes lucharon,
y como héroes murieron.
Por la Patria morir fue su destino,
querer a España su pasión eterna,
servir en los ejércitos, su vocación y sino.
No quisieron servir a otra Bandera,
no quisieron andar otro camino,
no supieron vivir de otra manera.
Los guiones, banderines y porta – coronas avanzaron a paso lento mientras simultáneamente se cantaba la parte central de la oración cristiana «la muerte no es el final«, y a continuación se depositó una corona de laurel en el monumento de homenaje que recuerda a los que, en paz o en guerra, dieron su vida por España.
El R.V. Miguel Ángel Melguizo, capellán castrense de la AGM, con consideración de capitán, rezó la siguiente oración:
«Que el Señor de la vida y la esperanza, fuente de salvación y paz eterna, les otorgue la vida que no acaba, en feliz recompensa por su entrega. Que así sea«.
En medio de un profundo y respetuoso silencio escuchamos el toque de oración y, coincidiendo con su último acorde, la Escuadra de Gastadores disparó una Salva de Honor de fusilería.
A continuación se cantó el Himno de la Academia General Militar y se dio lectura del Artículo Primero del Decálogo del Cadete. El citado decálogo data de la Segunda Época, y es un compendio en forma de diez breves preceptos morales, de las virtudes fundamentales sobre las que se asienta el Espíritu de la General y que deben marcar la forma de proceder de los cadetes.
Breves momentos después, presenciamos el desfile de las Unidades por la avenida del Ejército.
Posteriormente la AGM ofreció un Vino de Honor en el Salón de Actos Sociales.
En el transcurso del acto, la ministra de Defensa se dirigió a los alumnos para felicitarles por haber superado el duro trabajo de los cinco años del plan de estudios, y también les dijo esto: «todo lo que merece la pena cuesta, todo lo que cuesta tiene su recompensa«. Por último les instó a seguir trabajando por España y a defender la soberanía, la libertad y la seguridad de todos los españoles.
Desde la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, agradecemos la asistencia de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, para presidir este acto, especialmente su cercanía y afecto, y felicitamos al general director de la Academia General Militar, por la brillante organización del mismo, a la vez que expresamos nuestro agradecimiento al personal de la Oficina de Comunicación por todas las facilidades que nos han dado para la confección del presente reportaje.