Las Delegaciones en Zaragoza de la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, y la Unión Nacional de Milicias Universitarias, organizaron el pasado 3 de noviembre de 2016, en la capital aragonesa, una misa en recuerdo de sus fallecidos.
Dio comienzo a las 12.00 horas en la parroquia castrense de San Fernando, oficiada por el capellán castrense, con consideración de capitán, del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros Nº 12, del Hospital General de la Defensa en Zaragoza, y de la parroquia de San Fernando.
Las entidades convocantes estuvieron representadas por el comandante Arturo Moya García, vicepresidente de la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, (Zaragoza), y por el Cte. Carlos Lasierra Rigal, presidente de la Unión Nacional de Milicias Universitarias, (Zaragoza), acompañados ambos por otros miembros de sus juntas directivas. Asistieron también numerosos generales (R) entre los que pudimos ver al TG. José Javier Arregui Asta, GD.Joaquin Segura García, GD. Blas Oliver Iguacel, GD. Juan Pinto Sánchez-Mayoral, GB. Rafael Mayoral Dávalos, y GB. José Joaquin Val Catalán.
Igualmente asistieron representaciones de las siguientes asociaciones y hermandades vinculadas a las Fuerzas Armadas:
- Asociación Española de Soldados Veteranos de Montaña
- Asociación de Veteranos Paracaidistas
- Agrupación Renovados Tercios Españoles
- Asociación de Militares y Guardias Civiles con Discapacidad
- Patronato de Huérfanos del Ejército de Tierra
Al inicio de la Santa Misa, el R.V. nos saludó en este día, de primeros del mes de noviembre.
Mes en el que se conmemora el Día de Todos los Difuntos, y día en el que nos reuníamos para pedirle a Dios por el eterno descanso de aquellos compañeros que nos han dejado a lo largo del último año.
Dio lectura a este pasaje del Libro de la Sabiduría: «El justo aunque muera prematuramente hallará descanso, porque la edad venerable no consiste en tener larga vida ni se mide por el número de años«.
«Las verdaderas canas del hombre son la prudencia, y la edad avanzada se mide por una vida intachable. Cumplió la voluntad de Dios, y Dios lo amó. Vivía entre pecadores, y Dios se lo llevó, se lo llevó para que la malicia no pervirtiera su conciencia, para que no se dejara seducir por el engaño, pues la fascinación del mal oscurece el bien y el vértigo de las pasiones pervierte a las almas inocentes. Llegó a la perfección en poco tiempo y con eso alcanzó la plenitud de una larga vida. Su vida fue agradable a Dios, por lo que el Señor se apresuró a sacarlo de entre la maldad. La gente ve, pero no comprende ni se da cuenta de que Dios ama a los justos y se compadece de sus elegidos«.
Después nos hizo la siguiente lectura del Santo Evangelio según San Mateo: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en el trono de su gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa a las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha.Venid benditos de mi padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y acudisteis a mí«…
Posteriormente, en la homilía, nos recordó que él es uno de los capellanes del Hospital General de la Defensa en Zaragoza, donde convive con personas mayores aquejadas de enfermedades y de soledad. Ha llegado a la conclusión de que aquello que más sienten , lo que más les duele, es la falta de compañía. No tienen miedo a la muerte pues al fin y al cabo la muerte es una liberación, no tienen miedo al dolor pues hay otros dolores mayores, como el de algunos que mueren sin la familia. ¿Por qué una persona se siente sola?. He aquí una reflexión que tenemos que hacer. Cuando una persona se siente sola a nuestro alrededor, es porque quizás no hemos sido como debiéramos,
empezando por la familia, por los amigos. Si pensamos que hay vida después de la muerte, si queremos ser felices en la otra vida lo hemos de ganar con nuestra actitud cristiana, hemos de trabajar para que el día de nuestra muerte no nos sintamos solos, pues solo se salva quien es caritativo, quien vive para los demás.
Finalmente, el R.V. tuvo un especial recuerdo para nuestros difuntos , Patricio, Alejandro, Miguel, Tomás, Julio, Jesús, Maripaz, José, José Luis, José, Oscar, Lamberto y todos los demás que nos abandonaron durante el último año.