El pasado 26 de noviembre de 2022 fuimos invitados a la Ceremonia de Elevación de la Soberana Orden MonásticoMilitar de Caballeros Templarios Federicianos de España, celebrada en el precioso marco histórico de la Iglesia Parroquial de San Pablo Apostol, considerada como la tercera catedral de Zaragoza.
El acto dio comienzo a las 12.00 horas en este bello templo católico, una imponente construcción de estilo góticomudéjar aragonés de finales del siglo XIII y primera mitad del siglo XIV, declarada Monumento de interés histórico en 1931.
Al inicio de la ceremonia intervino el Gran Maestro de la Orden, Corrado Armeri, con unas primeras palabras, en italiano, que según traducción de la intérprete, decían lo siguiente: Desde hoy, desde esta nominación de España como territorio central para los Templarios, se va a proceder a responsabilizar desde aquí de los territorios de Portugal, de Francia, de Argentina y de Brasil. Y la misión, como hermanos Templarios, será la de conservar todas las tradiciones históricas y las raíces para que la familia, sus valores y la historia puedan permanecer y ser difundidos desde aquí a través de vosotros. Se va imponer la Cruz que llevará el Gran Prior de España en el bolsillo de su traje como símbolo para que, desde aquí, pueda ya nombrar quien será el responsable de cada uno de esos países, Portugal, Francia, Argentina y Brasil. Llamo al Gran Prior Mario Torres Becerro.
De la mano del Gran Maestro de la Orden, recibió la Cruz el Gran Prior Mario Torres Becerro y, a continuación pronunció las siguientes palabras: Para el Gran Priorato de España, esta nominación, este reconocimiento a la labor que se está haciendo en España con la Orden del Temple, es un honor, una satisfacción y, lejos de servir para pararnos, va a servir para que sigamos con este motor en marcha, que ya iniciamos hace unos años en este Gran Priorato de España al recoger el Bastón que el Gran Maestro nos concedió con su confianza, con su honor y con su gloria.
Por ello tenemos que agradecer que el Gran Senescal y yo seremos los portavoces de esta misión que nos ha encomendado de hacernos cargo de los territorios de Argentina, Brasil, Francia y Portugal. Ambos dos, nominaremos a dos Caballeros nuestros, de aquí, del Priorato de España para que sean los que se responsabilicen de este trabajo que nos queda por delante para llevar al Temple a lo más alto, al reconocimiento mundial, como siempre ha estado.
A continuación, el Gran Prior para España, Mario Torres Becerro, y el Gran Senescal, Jaime Caballero Moreno, recibieron sendas Placas de Hermanamiento con la X Legión de la Orden.
Intervino de nuevo el Gran Maestro para decir que el día 8 de diciembre van a celebrar el X aniversario de su consagración a la Inmaculada Concepción. Para ellos María significa la unión del cielo y la tierra, les muestra el camino e intercede para que consigan el paraíso. Recordó a San Francisco de Asís, que es el Patrón de los templarios, porque es el que dedicó su causa a los pobres, a los últimos, a los más necesitados, y a partir de ahí recuerda que eso es la vocación de la hermandad, proteger y servir siempre a los olvidados, a los que más nos necesitan. Y recordó también que la misión fundamental de los templarios es llevar a Dios, a la familia, a la Patria, en este punto hizo alusión a España, siempre en el corazón y siempre a lo más alto, y no dejarse influenciar por todas las corrientes y las políticas que están llegando de Europa y que van contra estos valores que deben ser siempre nuestros valores primordiales.
Siguiendo con el desarrollo de los actos, subió al ambón Arturo José González Ascaso, Comendador de la Orden en Aragón, para decir esto: Antes de comenzar la ceremonia de elevaciones, queremos dar las gracias al Maestro Carlos González que, a lo largo del acto nos va a acompañar al órgano, y a continuación va a interpretar “La Reina de los Pange Lingua”, obra de Sebastián Aguilera.
A continuación comenzaremos la ceremonia de las elevaciones.
El Gran Senescal procedió a la lectura del Juramento Templario para los nuevos Caballeros y Damas, pero no quiso comenzar sin antes agradecer a Dña. Graciela el trabajo de intérprete que estaba sirviendo de puente entre las dos culturas, italiana y española.
Juramento Templario Federiciano: Damas, Caballeros, Escuderos, y a todos vosotros, que la paz del Señor prometido a los hombres de buena voluntad, sea con todos nosotros. En este santo lugar y en su nombre, vamos a ver pronunciar desde labios puros, con humildad y orgullo, el Juramento Templario. Señor, donde exista odio siembre yo amor, donde haya ofensa ponga yo perdón, donde haya discordia lleve la unión, donde haya duda lleve yo la fe, donde haya error lleve yo la verdad, donde haya desesperación lleve yo la esperanza, donde haya tristeza lleve yo la alegría, donde haya oscuridad lleve yo la luz.
A vosotros, postulantes, vuestros deberes, entre ellos a detener malos gobiernos, a los impíos y herejes, cada vez que os sea ordenado en nombre de la hermandad federiciana, de la defensa de la santa fe, de los cristianos y de todos los pueblos. Novicios, al aceptar y jurar lealtad como hermanos y hermanas templarios recordad que, a partir de ahora, dedicaréis vuestra vida, vuestra alma y todas vuestras fuerzas a la defensa, tanto de personas individuales como de la familia federiciana, de la fe cristiana y de toda la creación.
Por lo tanto, postulantes, así lo juráis y nosotros, aquí presentes, renovamos nuestro juramento a Cristo Rey de la Gloria. De esta forma abrimos la puerta del corazón para ser, hoy y siempre, una sola familia. Nosotros llevaremos en nuestras obras, en nuestro actuar cotidiano la misericordia y la inmensa caridad de Dios. Llevaremos las virtudes de nuestros corazones intrépidos, de nuestras almas nobles y de nuestras reglas. Postulantes, estáis por renovar el espíritu santo, nuestra condición de vida, no volveréis a ser persona normal sino un ser de fe, lealtad, justicia, honor y respeto. Desde ahora y para siempre estaréis al servicio de Cristo Rey. Cada postulante, de ahora en adelante, recordará estos textos cristianos que dicen, “con Cristo he sido crucificado y ya no soy el que vive, sino que Cristo vive en mí, y como Cristo ha dado su vida por nosotros, también nosotros debemos dar la vida por los hermanos”. En nuestro hermano vemos la presencia de Cristo, y sabemos que Jesús dice, “todo lo que hayan hecho a favor del más pequeño de mis hermanos, a mí me lo han hecho”. Al Gran Maestro Federiciano, o a su vicario, se debe, “sé que debo todo a mi hijo”. Non nobis, Domine, non nobis, sed Nomini tuo da Gloriam super misericordia tua et veritate tua.
“El Comendador de la Orden en Aragón, Arturo José González Ascaso, anunció lo siguiente: Ahora ya no tenemos postulantes, sino que tenemos hermanos. Va a comenzar la Santa Misa, mientras escuchamos la Estampie Robertsbridge Codex.
La Dama María Luisa Rubio Orús dio lectura del Libro de los Proverbios, y el Comendador leyó el Salmo, al que respondimos “Non nobis, Domine, non nobis, sed Nomini tuo da Gloriam super misericordia tua et veritate tua”. La Dama Alicia Almodóvar del Campo dio lectura de la Primera Carta de San Juan, y el R.V. Santiago Fustero dio lectura del Santo Evangelio según San Juan: En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: “Padre Santo, no solo por ellos ruego, sino también por los que creen en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tu me has enviado.
También les di a ellos la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mi, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y los has amado como me has amado a mí. Padre, éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.
Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté con ellos, como también yo estoy con ellos”. ¡Palabra del Señor!.
En la Homilía, el R.V. Santiago Fustero dijo lo siguiente: Sed bienvenidos todos esta mañana, los que erais postulantes y habéis entrado en la Orden de los Templarios Federicianos. Es una mañana para mí de sorpresas, de contrastes y de agradecimiento por la incorporación de estas personas, una de ellas familiar mía, muy entrañable. Su madre, muy cercana a mi padre. Fuimos hermanos y, en definitiva, familia del mismo tronco. Un tronco, sobre todo, que se une en la fe. Esa fe era para ellos su vestidura, lo que les distinguía, como esta mañana para todos vosotros.
Todo nace de la fe, esa fe de la madre, que os toca vivir desde esta orden templaria, porque es importante que la sociedad se federase unos con otros escuchando en cada tiempo, como habéis expresado, la voz del Papa, la voz de la Iglesia, guiada por el espíritu para vivir vuestro servicio, como he llegado a entender y he leído, en el amor. Para que hubiese amor, Jesucristo se ha hecho semejante a nosotros.
Que ese Dios que pide en el evangelio su oración sacerdotal, que os guarde en la unidad, que os guarde en el amor, que os proteja, que esté siempre a vuestro lado. Él estará con vosotros, también las contradicciones en cada momento de vuestra vida y de la nuestra. Por lo tanto, para la ciudad de Zaragoza, para Aragón, para esta parroquia de San Pablo, para vosotros los que habéis sido promovidos a Damas y Caballeros Templarios, en este siglo XXI, en este año 2022, en este 26 de noviembre, nuestra felicitación. Que el Señor os acompañe en vuestra tarea, os ilumine y os de su fuerza.
Todos los pasajes de la eucaristía estuvieron acompañados de bellas composiciones de inspiración religiosa, interpretadas al órgano por Carlos González, organista titular de la Iglesia Parroquial de San Pablo.
Tras la bendición final, hubo una breve sesión fotográfica frente al altar, como toma de recuerdos y, a su finalización se procedió a salir del templo, en formación, por la Vía Sacra, y tuvo lugar la ceremonia de Jura de Bandera, pasando por debajo del Baussant, situado al final de la misma, cubriendo el pasillo, con la Bandera de España a su lado, mientras se escuchaba el Himno de Vexilia Regis Prodeunt.
Nosotros, quisimos formularle después algunas preguntas al Comendador de Aragón, Arturo José González. Vean.
¿En qué ha consistido exactamente la ceremonia a la hemos asistido hoy aquí?. En otras órdenes reciben nombres distintos, por ejemplo Cruzamientos, en el Santo Sepulcro. En la nuestra son Elevaciones. Las personas que están interesadas en ser Damas o Caballeros Templarios primero son postulantes, lo que asimilaríamos a novicios. Después de haber realizado unas semanas de formación, comprendiendo lo que es el Templario hoy en día, el Templario histórico, en la ceremonia de hoy se ha desarrollado el rito tradicional de recibir el nombramiento con la espada y la bofetada, que los convierte en Damas y Caballeros Templarios.
¿Esta ceremonia, es la primera vez que se celebra aquí, en Aragón?. Si, de hecho podríamos decir que es la puesta de largo de Aragón en esta Orden, puesto que los primeros miembros de la misma fuimos nombrados anteriormente en León, y hemos tenido el honor de que las siguientes Elevaciones hayan sido aquí, en la Encomienda de Aragón.
¿En la actualidad, existe una sola Orden Templaria, o hay varias?. Hay varias, no es como en el Temple histórico que solamente había una en Francia, pero después se ha extendido, tanto en Tierra Santa como en Europa. Hay varias pero no todas son iguales. En la nuestra, queremos revivir el espíritu Templario. Uno de nuestros fundamentos es que la gente conozca de verdad el Temple histórico, porque hay mucha historia, mucha leyenda y mucha falsedad. Lo que nos gusta ría es que la gente, a través de nuestra Orden, supiera la verdadera existencia de los Caballeros Templarios históricos, pero además revivir lo que es el espíritu Templario propiamente dicho, que es el de fraternidad entre las personas, entre todos los países. Por lo tanto, una de nuestras obligaciones es el poder defender a las personas, independientemente de su religión, de su sentimiento, de su color de piel. Es decir, nosotros abogamos por una fraternidad mundial. Es un camino difícil pero estamos comenzando a dar los primeros pasos y, poco a poco, con la ayuda de la Virgen del Pilar, podremos salir adelante y llegar lo más lejos posible.
Con el testimonio de Arturo José González Ascaso, Comendador de Aragón de la Soberana Orden de Caballeros Templarios Federicianos de España, ponemos fin a esta crónica, felicitando a los dignatarios de la Orden por la brillante organización del acto, a la vez que les expresamos nuestro agradecimiento por haber sido invitados al mismo.