Para Alemania fue la 250º División de Infantería de la Wehrmacht, para España fue la División Española de Voluntarios, y para muchos de nosotros fue la División Azul.
Hoy día son pocos, el tiempo acaba con ellos y cada vez quedan menos. Apenas un pequeño grupo de excombatientes persiste de lo que fue una gran unidad militar, lo suficiente sin embargo como para seguir manteniendo vivo el recuerdo de su epopeya.
El pasado 21 de febrero de 2020, varios miembros de la Hermandad de Combatientes de la División Azul acudieron, como cada año, a una misa en la Basílica del Pilar para honrar la memoria de los divisionarios. Se mantiene así una larga tradición en la que se rinde homenaje a los caídos de la División Azul. Es este un acto que se celebra alrededor de la fecha en la que tuvo lugar la Batalla de Krasny-Bor, acontecida entre el 10 y el 13 de febrero de 1943 en el Frente Oriental, en los arrabales de Leningrado (Rusia).
La Santa Misa dio comienzo a las 18.00 horas en la Angélica Capilla. Asistieron al acto, entre otros, el Presidente Coordinador de la Hermandad de Combatientes de la División Azul (Zaragoza), Joaquín Soro López, y el Delegado para Aragón de la Falange Española y de las JONS, Anselmo Fernández, así como algunos miembros de varias asociaciones y hermandades de veteranos.
Se dio lectura de la carta del apóstol Santiago, y del santo evangelio según San Marcos. El sacerdote que ofició la Santa Misa hizo una breve referencia a la División Azul, cuando dijo Recuerda a los divisionarios, a quienes llamaste de este mundo a tu presencia. Concedeles, así como han compartido ya la muerte de Jesucristo, compartan también con él la gloria de la resurrección.
Pero esta vez, al igual que el año anterior, la Virgen no lució el manto de la División Azul, como lo hacía anteriormente en este acto de homenaje a los caídos. La polémica sigue rodeando la misa In Memoriam desde que en 2018 el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza arremetieran con airadas críticas hacia el Cabildo Metropolitano por haber permitido que la Virgen del Pilar luciera, durante dos horas, el manto ofrendado por la Falange Española, lo que motivó que el Cabildo declarase que aquello había sido un error.
Desde entonces, la virgen no luce los mantos de la Falange Española ni de la División Azul, por lo cual ambas organizaciones se muestran insatisfechas y consideran que esto es una vergüenza.
En el interior del templo no se mostró ninguna bandera, ni estandarte, ni guión o banderín, que pudiera herir sensibilidad alguna. Una vez finalizado el oficio religioso, ya en la Plaza del Pilar, los representantes de las entidades citadas si que posaron para foto testimonial con un estandarte de la Hermandad de Combatientes de la División Azul, de Zaragoza.
A efectos de recordatorio diremos que en 1941 se autorizó en España la creación de un Centro de Reclutamiento para voluntarios que quisieran ir a luchar contra el bolchevismo y el régimen comunista que gobernaba en la Unión Soviética y que se expandía por países próximos de Europa.
La División Azul quedó oficialmente constituida el 26 de junio, y al día siguiente comenzó el reclutamiento, que fue un éxito. A partir del 13 de julio, y durante diez días, unos 18.000 voluntarios al mando del General Agustín Muñoz Grandes, partieron de forma escalonada desde distintas ciudades españolas hacia Alemania, vía Hendaya, llegando la primera expedición el 17 de julio a la base militar de Grafenwóhr.
Aunque inicialmente la División Azul fue asignada al Frente Oriental, entró en combate por primera vez el 12 de octubre en Novgorod, en el Frente Norte. Las principales zonas de operaciones de la División Azul fueron el frente de Novgorod, entre octubre de 1941 y agosto de 1942, y el frente de Leningrado, entre agosto de 1942 y octubre de 1943.
De las muchas batallas en las que participó la División Azul, la más importante y cruenta fue la Batalla de Krasny Bor, en la que sufrió 3127 muertos, un feroz enfrentamiento entre el 55ª Ejército Soviético y el 50º Cuerpo de Ejército alemán, más concretamente con los voluntarios españoles de la División Azul. Los españoles, unos 5900 aproximadamente, retrocedieron hacia krasny Bor ante el ataque de cuatro divisiones soviéticas, (48000 hombres) que causaron la espeluznante cifra de 2200 muertos, solamente en el día 10 de febrero. Pero sin embargo, no lograron romper las líneas ni abrir la carretera que atravesaba Kolpino hasta la retaguardia de Krasny Bor, lo que hubiera sido el final.
Entre el 24 de julio de 1941 y el 10 de octubre de 1943, tiempo en el que estuvo activa, cerca de 47.000 efectivos pasaron por la División Azul, distinguiéndose siempre por su bravura en los combates. El General Francisco Franco dio orden de retirar la División Azul, según algunos historiadores, debido a presiones de los aliados, el 12 de octubre de 1943, fecha que coincide con el cese del ministro de Asuntos Exteriores Ramón Serrano Suñer.
Reducida a cifras, publicadas por el Foro Memoria Histórica memoriablau, la División Azul tuvo 45482 voluntarios, 4954 caídos, 8700 heridos, 2137 mutilados y 372 prisioneros.
Hemos de señalar que, muchos murieron combatiendo, bastantes de ellos se quedaron y siguieron luchando en otras unidades, y otros regresaron. En 1954 llegaron los primeros 286 repatriados a bordo del buque Semíramis, fletado por la Cruz Roja Internacional. De ellos 229 eran voluntarios apresados en el frente, que se hallaban prisioneros de los rusos en campos de concentración, 19 eran desertores, 4 eran “niños de guerra”, 19 eran marinos mercantes, y 15 eran alumnos de aviación, de la República. El Semíramis partió el 26 de marzo del puerto de Odessa, hizo escala en Estambul y llegó al puerto de Barcelona el 2 de abril de 1954. Uno de los últimos divisionarios es el sargento José López López, de 103 años. Estuvo destinado en la 12ª Compañía del Regimiento 269, para luego pasar a la 5ª Compañía de la Legión Azul.